Manaos. Joe Biden se convirtió ayer en el primer presidente estadunidense en ejercicio que visita la selva amazónica brasileña, antes de su participación de hoy y mañana en la cumbre del G-20 en Río de Janeiro, aunque su presencia se verá ensombrecida por las promesas del futuro mandatario, Donald Trump, de dar marcha atrás a sus políticas ambientales.
Durante su visita a la ciudad de Manaos, Biden desafió a Trump, quien prometió dar marcha atrás a las políticas ambientales de la administración demócrata, al asegurar que nadie
puede revertir la revolución de energía limpia
en Estados Unidos.
La selva amazónica se construyó a lo largo de 50 millones de años… Así que preservemos este lugar sagrado para nuestro tiempo y para siempre, en beneficio de toda la humanidad
, expresó el jefe de la Casa Blanca.
Al firmar la documentación para declarar el 17 de noviembre Día Internacional de la Conservación, Biden manifestó: las soluciones más potentes para combatir el cambio climático están en los bosques del mundo
.
Estados Unidos cumplió su promesa de elevar su contribución al financiamiento contra el cambio climático a más de 11 mil millones de dólares anuales en 2024, lo que lo convierte en el mayor contribuyente bilateral en el mundo
, informó la actual administración.
El mandatario estadunidense recorrió, a bordo del helicóptero presidencial Marine One, la confluencia de los ríos Amazonas y Negro en Manaos –donde los niveles de agua descendieron bruscamente debido a la peor sequía sufrida en décadas–, en compañía del científico brasileño y Premio Nobel Carlos Nobre, quien advirtió que el Amazonas podría no tener salvación, ya que la deforestación cambió los patrones meteorológicos que sustentan su clima selvático.