La junta de gobierno del Banco de México (BdeM) decidió este jueves de manera unánime recortar en un cuarto de punto porcentual su tasa de interés de referencia para llevarla a un nivel de 10.25 por ciento. Se trata de la tercera reducción consecutiva y la cuarta en lo que va del año, cuando falta sólo una reunión, la cual será en diciembre.

Desde que se inició el ciclo de recortes en marzo de este año, la tasa que determina el costo al que se financian empresas y familias en México ha sido ajustada en un punto porcentual.

La determinación del banco central se da en un contexto en el que la inflación general repuntó a 4.76 por ciento en octubre ante los efectos de choques de oferta que han afectado al componente subyacente (que no toma en cuenta productos volátiles), provocando que los pronósticos a corto plazo se ajustaran al alza.

Analistas coincidieron en que aunque el BdeM haya subido un poco la proyección de inflación general para el cuarto trimestre de 2024 y los primeros dos de 2025, el comunicado tiene un tono moderado que anticipa más recortes a la tasa; además, señala una debilidad económica en el país y adjudica la depresión del peso a factores externos.

El instituto central pasó de 4.3 a 4.7 por ciento el pronóstico de inflación para el cuarto trimestre de 2024, mientras para el primero de 2025 lo pasó de 3.7 a 3.9 por ciento y para el segundo lo hizo de 3.3 a 3.4 por ciento.

Señaló que si bien el panorama inflacionario aún amerita una postura restrictiva, la evolución que ha presentado implica que es adecuado reducir el grado de apretamiento monetario. Prevé que el entorno permite ajustes adicionales a la tasa de referencia, pero tomará en cuenta la perspectiva de que los choques globales continuarán desvaneciéndose y los efectos de la debilidad de la actividad económica.

Asimismo, considerará la incidencia de la postura monetaria restrictiva que se ha mantenido, pero las acciones que se pongan en práctica serán tales que la tasa de referencia sea congruente, en todo momento, con la trayectoria requerida para propiciar la convergencia ordenada y sostenida de la inflación general a la meta de 3 por ciento.

Sus pronósticos, dijo, están sujetas a riesgos. Al alza: persistencia de la inflación subyacente, mayor depreciación cambiaria, mayores presiones de costos, afectaciones climáticas y escalamiento de conflictos geopolíticos. A la baja: una actividad económica menor a la anticipada, un menor traspaso de algunas presiones de costos, y que el efecto de la depreciación cambiaria sobre la inflación sea menor al anticipado.

Se considera que el balance de riesgos respecto de la trayectoria prevista para la inflación en el horizonte de pronóstico se mantiene sesgado al alza. Sin embargo, el panorama inflacionario ha venido mejorando luego de los profundos choques ocasionados por la pandemia y la guerra en Ucrania, señaló.

Analistas de Valmex destacaron que la evolución reciente de los datos podría permitir que se continúe moderando el nivel de restricción, por lo que prevén que el BdeM realice un recorte de un cuarto de punto en la decisión del 19 de diciembre para concluir el año en 10 por ciento. A su vez, espera que se continúe con la flexibilización de la política monetaria el siguiente año y que la tasa concluya 2025 en 8 por ciento.

Para Ve por Más, el panorama de precios enfrenta retos importantes que pueden hacer que la inflación tarde más en ceder a lo estimado por el BdeM, y la volatilidad financiera puede agudizarse.

No obstante, señaló que la decisión unánime y la guía futura en el comunicado ilustran a una junta de gobierno más permisiva con la inflación, por lo que se estima que la tasa cerrará 2024 en 10 por ciento.

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