Reducir a la mitad la pérdida y el desperdicio de alimentos permitirían que en el 2030, unos 153 millones de personas salieran de un estado de subalimentación, según el reporte Perspectivas Agrícolas 2024-2033 realizado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.

Además, esa reducción propiciaría que las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero (GEI) de la agricultura disminuyeran 4.0 por ciento. 

En el reporte,  la OCDE expuso que a nivel mundial se espera que baje la intensidad de la emisión de GEI provenientes de la agricultura, al tiempo que las emisiones directas de la agricultura se eleven 5.0 por ciento.

“Se espera que la intensidad de las GEI disminuya, ya que el crecimiento se basará en la mejora de la productividad más que en la expansión de la tierra cultivada y de los rebaños”, se menciona en la investigación. 

El organismo expuso que los mercados internacionales de productos básicos agrícolas seguirán siendo fundamentales para la seguridad alimentaria mundial y para la subsistencia en las zonas rurales. 

Destacó que las economías emergentes serán decisivas para configurar el entorno agrícola mundial, y que se espera que la India supere a China como actor principal.

“A lo largo de los últimos 20 años, las economías emergentes han impulsado cada vez más la evolución del mercado agrícola y pesquero mundial, y se espera que continúen haciéndolo durante el próximo decenio”, se menciona en el análisis. 

La OCDE agregó que esa evolución mantendría los precios de referencia internacionales reales en una tendencia ligeramente a la baja durante los próximos 10 años aunque los factores ambientales, sociales, geopolíticos y económicos podrían alterar en gran medida dichas proyecciones.

“Los mercados internacionales de productos agrícolas básicos eficientes seguirán siendo importantes para la seguridad alimentaria mundial y los medios de vida rural se beneficiarían participando en las cadenas mundiales de valor agroalimentario”, destacó. 

Previó que durante los próximos 10 años haya una ligera caída en los precios internacionales de referencia reales de los principales productos básicos agrícolas, y quizá no se refleje en el costo de los alimentos locales minoristas.

Por otra parte, expuso que el impulso de la República Popular China al consumo mundial de alimentos y productos agrícolas va en descenso, y se prevé que la influencia de la India y el Sudeste asiático se eleve debido al crecimiento de sus poblaciones urbanas y al aumento de su riqueza.

“Se espera que la ingesta de calorías aumente 7.0 por ciento en los países de ingresos medios, debido en gran medida al mayor consumo de alimentos básicos, productos ganaderos y grasas”, pronosticó la institución financiera. 

Sin embargo, la ingesta de calorías en los países de ingresos bajos aumentará 4.0 por ciento, a un ritmo demasiado lento que no permitirá alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible del Hambre Cero para 2030 (ODS2).

 

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