Washington y Nueva York. Un multimillonario en México genera más contaminación climática en nueve horas que un mexicano promedio en un año; asimismo, en un mes, ese mismo rico genera más emisiones de carbón que una persona promedio en toda una vida, según cálculos de un nuevo informe de Oxfam.

El análisis no se limita a quienes poseen fortunas de más de mil millones de dólares en un solo país. Cincuenta de los multimillonarios más ricos del mundo emiten, en promedio, más carbono a través de sus inversiones, aviones privados y yates en poco más de 90 minutos que una persona media a lo largo de toda su vida, explica Oxfam. El informe La desigualdad de las emisiones de carbono mata argumenta que los contaminantes generados por aviones privados, yates de lujo e inversiones en industrias contaminantes nutren la desigualdad, el hambre y la muerte en el planeta.

Un problema particular son los aviones privados. Los dos jets de Jeff Bezos pasaron cerca de 25 días en el aire en un periodo de 12 meses y emitieron el mismo volumen de carbono que generaría un trabajador promedio de Amazon (empresa de Bezos) en Estados Unidos en 207 años, calculó Oxfam. Carlos Slim realizó 92 viajes en su avión privado, el equivalente a dar la vuelta al mundo cinco veces.

Datos que Oxfam compartió con La Jornada detallan que un multimillonario en México genera más emisiones de carbono (mediante sus inversiones, superyates y aviones) en sólo 15 segundos que una persona de bajos ingresos en un año.

Los más ricos tratan al planeta como si fuese su patio; lo maltratan para su placer y beneficio. Su inversiones contaminantes y juguetes de lujo no son sólo un símbolo del exceso, sino también una amenaza directa para el planeta y su población, afirmó el director ejecutivo de Oxfam Internacional, Amitabh Behar. Agregó que “las emisiones extremas de los más ricos –consecuencia de su estilo de vida de lujo y, sobre todo, de sus inversiones contaminantes– ponen vidas en riesgo. Sus peligrosos niveles de contaminación y codicia desmesurada agravan la crisis que amenaza nuestro futuro colectivo, lo cual no es solamente injusto, sino que también resulta letal”.

El informe de Oxfam desglosa las emisiones generadas por los multimillonarios y el 1 por ciento más rico de la población mundial desde 1990 a escala nacional y regional. Investigadores de Oxfam calculan el grado de calentamiento global que puede atribuirse a las emisiones de los ricos y con ello cuantifican los daños que ese calentamiento provoca, tanto económicos como en exceso de muertes.

Las emisiones del 1 por ciento más acaudalado del mundo ha provocado un desplome de 2.9 billones de dólares en la producción económica mundial y ha ocasionado pérdidas de cosechas que podrían haber alimentado a 14.5 millones de personas al año entre 1990 y 2023, calculan. El informe afirma que si el 1 por ciento más rico hubiera reducido a la mitad sus emisiones entre 2015 y 2019, unas 756 mil vidas podrían haberse salvado.

Según los cálculos de Forbes, la riqueza de las 2 mil 781 personas poseedoras de fortunas superiores a mil millones de dólares en el mundo aumentó a un total de 14.2 billones de dólares.

Oxfam apuntó que si se invirtiera ese total en energía renovable y medidas de eficiencia energética, para 2030 esta riqueza podría cubrir la brecha de financiamiento entre lo que los gobiernos han prometido y lo que se requiere para mantener el aumento de la temperatura global promedio por debajo de 1.5 grados Celsius.

Está claro, sin embargo, que los multimillonarios no optarán por hacer cambios tan radicales en sus inversiones ni harán cabildeo a favor de acciones progresistas y urgentes sobre el clima, escribe Oxfam en su informe.

Para la organización, la alternativas obvia: un impuesto sobre la riqueza al 1 por ciento más rico y regular las actividades de empresas e inversionistas con el fin de reducir drásticamente sus emisiones de carbono en forma justa.

Se calcula que mediante un impuesto a la riqueza de los millonarios y multimillonarios podrían recaudarse al menos 1.7 billones de dólares anuales, y un impuesto adicional sobre las inversiones en actividades contaminantes podría recaudar 100 mil millones de dólares más.

Lo más importante es reinventar las economías, concluyó Oxfam:. El actual sistema económico, orientado a engordar las fortunas de quienes ya son ricos a través de la extracción y el consumo a cualquier precio, lleva demasiado tiempo socavando un futuro sostenible e igualitario para todas las personas. Los gobiernos deben comprometerse a garantizar que los ingresos del 10 por ciento más rico de la población no superen a los del 40 por ciento más pobre.

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