Kazán. La situación actual del mundo está atravesada por el caos. Así la describió el líder chino, Xi Jinping, al inicio de la cumbre del grupo de los BRICS+, un conjunto de naciones que busca generar un nuevo equilibrio en las relaciones económicas y políticas entre el Norte y el Sur, como quedó de manifiesto ayer en las declaraciones de varios de sus integrantes.

En la actualidad, el mundo está experimentando cambios nunca vistos en 100 años. La situación internacional se entremezcla con el caos, afirmó Xi Jinping en una reunión con el presidente ruso, Vladimir Putin, anfitrión de la cita que reúne a dirigentes de países donde vive más de la mitad de la población del planeta.

Este martes arrancó la decimosexta reunión de los BRICS+, al que pertenecen Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, más los miembros que se incorporaron este año: Egipto, Irán, Emiratos Árabes Unidos y Etiopía. Los jefes de Estado o de gobierno de esas naciones están aquí, salvo el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, quien por recomendación médica no emprendió el viaje. Ayer habló con Putin por teléfono durante 20 minutos y se espera que participará vía remota en las plenarias de los siguientes días.

El líder chino consideró al grupo de los BRICS+ la plataforma más importante del mundo para la cooperación entre los países con economías emergentes. Y, en sincronía con la visión expresada por Putin a lo largo del día, sostuvo que el mecanismo conformado por estos nueve estados es un pilar para lograr un mundo multipolar ordenado y una globalización económica universalmente beneficiosa e inclusiva.

En esta primera jornada el mandatario anfitrión tuvo reuniones bilaterales con los líderes de India, Narendra Modi; Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, además del presidente Xi y la llamada telefónica con Lula, es decir, con los miembros más antiguos del grupo. Antes conversó con la ex mandataria brasileña Dilma Rousseff, presidenta del Nuevo Banco de Desarrollo (banco de los BRICS+). Con ella, Putin puso sobre la mesa uno de los temas de la agenda de la cumbre: incrementar los volúmenes y montos de operaciones que los países del grupo realizan entre sí en sus propias monedas, para reducir la dependencia del dólar, es decir, la desdolarización de las transacciones globales.

Así como Xi advirtió que el mundo está en medio del caos, Putin aseveró que la relación entre Rusia y China es una fuerza que brinda estabilidad.

Los mandatarios de China, Xi Jinping, y Rusia, Vladimir Putin, así como el primer ministro de India, Narendra Modi, acudieron a un concierto antes de una cena informal, en el marco de la cumbre de los BRICS+ en Kazán. Foto Afp

La cooperación entre Rusia y China en los asuntos mundiales es uno de los principales factores de estabilidad en la situación internacional, dijo Putin sentado frente a Xi en el encuentro bilateral realizado en uno de los edificios de la explanada conocida como el Kremlin de Kazán, un conjunto declarado patrimonio cultural por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.

A esa mesa estaban sentados los presidentes de los países con los que Estados Unidos libra una guerra comercial, entre los que destaca China, que es objeto casi diario de amenazas y críticas del candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump. Y enfrente, Putin, quien después de la invasión a Ucrania, en febrero de 2022, libra también una batalla política, económica y diplomática con Estados Unidos, la Unión Europea y la Organización del Tratado del Atlántico Norte, que reúne a los ejércitos de Washington y sus aliados de Europa.

Putin afirmó que su país y China tienen la intención de continuar mejorando la coordinación de sus esfuerzos multilaterales para garantizar la seguridad global y un orden mundial más justo.

En la primera jornada de la cumbre, que concluyó con un concierto al que acudieron Putin, Xi y Modi, entre otros de los presidentes reunidos aquí, el propio anfitrión abrió la discusión sobre una moneda alternativa al dólar para realizar operaciones internacionales. Avanzar en esta vía fue uno de los compromisos adquiridos por los BRICS+ en la cumbre del año pasado, en Sudáfrica.

La primera reunión que tuvo el presidente ruso este martes fue con la brasileña Rousseff, presidenta del banco de los BRICS+. Putin abordó el tema no sólo desde un ángulo económico y financiero, en cuanto al volumen de transacciones. Lo hizo también desde la perspectiva de la relación de los países del Sur con los del Norte.

Un incremento de los pagos en las monedas nacionales, confió el presidente ruso, permitirá reforzar la independencia financiera de los países BRICS+, y también para reducir al mínimo los riesgos geopolíticos en el mundo actual y separar el desarrollo económico de la política.

Desde su creación, en 2018, el Nuevo Banco de Desarrollo ha financiado proyectos por el equivalente a 33 mil millones de dólares, mencionó Putin. Uno de los objetivos de este banco, agregó, es reducir el pago de intereses de la deuda externa de los países miembros hacia los acreedores internacionales.

 

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