Ciudad de México. En México, más de un tercio de la población no puede cubrir el costo de la canasta alimentaria con su ingreso laboral, siendo las mujeres y los trabajadores del sector informal los más afectados por esta situación, señaló el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

De acuerdo con la “Evaluación integral de la política social vinculada al derecho al trabajo 2023-2024”, publicada por el organismo autónomo, aunque los hogares afectados hicieran el uso de todo el ingreso laboral que perciben por realizar un trabajo, no está en sus posibilidades adquirir el grupo de productos que se consideran básicos para contar con una buena alimentación.

Lo anterior, según el Coneval, indica que este grupo de personas se encuentra en una situación de pobreza laboral.

Ante esta situación, el organismo recomendó continuar la implementación de la política del gobierno federal de recuperación del poder adquisitivo mediante el incremento del salario mínimo, pero debe ser reforzada con un monitoreo y evaluación constante, para identificar sus efectos positivos y negativos en indicadores laborales y económicos.

También consideró necesario establecer bases para fomentar la negociación colectiva y la vinculación de los salarios contractuales con los aumentos en la productividad de las empresas, lo cual favorecería las condiciones para incrementar el alcance de la política salarial.

Recordó que el documento “100 pasos para la transformación” que presentó la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo se reconoce que el salario mínimo general aún no es suficiente para cubrir las necesidades básicas familiares y que para alcanzar salarios dignos es necesario que estos sean suficientes no sólo para adquirir la canasta alimentaria y no alimentaria, sino también para acceder a una vivienda digna, por lo que una de sus principales propuestas es que el salario mínimo a nivel nacional alcance en 2026 al menos dos veces la línea de pobreza por ingresos urbana.

Según estimaciones del Coneval, esto puede ayudar a que un salario mínimo sea suficiente para cubrir las necesidades más básicas de una familia mexicana.

El organismo también consideró que los mecanismos de protección del ingreso ante la pérdida del empleo son insuficientes, especialmente en contextos de informalidad laboral, ya que afectan a toda la población económicamente activa.

Ante ello, recomendó crear un sistema integral de protección al ingreso ante la pérdida del empleo, el cual incluya un seguro de desempleo que provea un ingreso temporal a las personas trabajadoras que hayan perdido su empleo y estén en búsqueda de otro.

Anotó que el seguro de desempleo debe ser flexible en su elegibilidad para considerar a personas trabajadoras formales e informales y a grupos vulnerables.

Indicó que el financiamiento de la prestación no puede depender del sistema de ahorro para el retiro, ni de alguna otra retención por prestaciones laborales, pues estos tienen objetivos claros de uso.

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