El documental Estado de silencio, dirigido por Santiago Maza, explora los asesinatos y desplazamientos forzados de periodistas en México desde la perspectiva de cuatro protagonistas, incluyendo los casos de los corresponsales de La Jornada, Miroslava Breach y Javier Valdez, entre otros.

Mediante relatos personales y las intervenciones de reconocidos profesionales del periodismo, se abordan los riesgos a los que se enfrentan por reportar la verdad.

En entrevista, Santiago Maza menciona: “Estado de silencio intenta reflejar de forma completa la realidad que vive la prensa en el país y sobre todo es un documental que busca separarse de otros proyectos similares, porque hay una cercanía humana con los periodistas participantes y los casos que presenta. Si bien tocamos la violencia contra los reporteros, no denunciamos únicamente lo que sucede con ellos, sino que continúan con su labor informativa a pesar de la violencia a la que se han enfrentado por tanto tiempo al ejercer su profesión”.

Entre los protagonistas de la cinta figura el reportero de Culiacán, Sinaloa, Marcos Vizcarra, quien en la charla con este medio compartió: “Este documental abre la conversación a lo que sucede en México y Latinoamérica, y que afecta a mujeres y hombres periodistas. Aborda muchas de las situaciones en las que vivimos diariamente. Creo que plantea muchos retos y ejerce presión en tres partes: una reflexión a nosotras y nosotros mismos de qué y cómo lo estamos haciendo; lo segundo, presenta un reto al gobierno en los tres órdenes para ver qué está sucediendo en México y por qué sigue sucediendo; y una tercera es a la sociedad civil, y pongo el ejemplo de lo que decía Javier Valdez: ‘Al buen periodismo le hace falta sociedad civil que lo acompañe’, porque normalmente escribimos notas, fotografíamos o videograbamos pero, muchas veces, se queda en un like o un retuit, y eso era justo lo que Javier Valdez mencionaba, que necesitamos indignarnos como sociedad civil para tener mejores medios de comunicación. Esta cinta es una gran herramienta y una oportunidad para hacerlo.”

Se une nuevamente a la conversación Santiago Maza para mencionar que la edición fue un proceso muy largo, porque los temas abordados por los periodistas sobre derechos humanos, talamontes, migración, tortura, narcotráfico, merecerían cada uno su documental, pero cómo hablar de los reporteros, de sus comunidades y de sus problemáticas, cuando se ven amenazados en su profesión. Nos interesaba que el foco del documental se quedara en ellos, en quien informa sobre su realidad, y no ganaran atención los distintos problemas que viven, aunque es importante el acontecer y estar informados, en esta ocasión decidimos hablar de ellos y poner la cámara en quién ve para que el público cachara eso, al final la edición tardó mucho porque fue un trabajo minucioso.

El también director de Truenos de San Juan añadió: “Me gusta que la idea de un documental se vaya modificando conforme se realiza y que esto te cambie. Me agrada salir cambiado de todos los proyectos y éste no fue la excepción, porque al principio hubo mucha información y tenía diversos caminos potenciales, podía elegir cualquier problema que enfrentan los periodistas de la película, también estaba el tema de la libertad de prensa en México.

Mostrar el oficio

“A lo que llegamos en Estado de silencio fue algo muy orgánico: ir, levantar material, seguirlos… pero lo que sí tenía muy claro fue retratar cómo es el oficio periodístico hoy día en el país, porque hay una concepción muy obsoleta y romántica de lo que es un reportero, el hombre que usa gabardina, está en una rotativa, usa sombrero y trabaja en el New York Times, pero el periodismo pasa de mil formas, no es el mismo en el centro del país que en el sureste ni en el norte; no es igual para el fotógrafo que para el reportero que escribe la nota. Mostrar el oficio y cómo abordar el tema era importante.”

Marcos Vizcarra complementa: Para desprenderse de la cobertura diaria de estos temas, es importante aprender a cambiarlos. Hay una periodista que admiro mucho, Laura Castellanos, que cubre derechos humanos, pero los libros que ha escrito tratan sobre ovnis. No sé si me alcance la vida para poder contar otras historias y no sólo cubrir el dolor. No lo sé, lo que quiero es que mis hijos puedan tener otro tipo de historias y si no mis hijos, mis nietos, creo que los periodistas estamos en un momento histórico porque podemos decidir cómo será la narrativa para las próximas generaciones, o qué queremos quitarle a esas narrativas. Pero no sé si me alcance la vida para escribir de cocina porque todo mundo está harto de que se hable del dolor. Este documental no debería existir porque nada de lo que habla debe ser normal.

Estado de silencio, documental que explora los desafíos de la libertad de prensa en México desde la perspectiva de cuatro periodistas, se estrena hoy por Netflix.

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