Fráncfort, Alemania. El gobierno de Alemania proyecta una recesión en su economía con una contracción del Producto Interior Bruto (PIB) del 0.2 por ciento para este año, luego de revisar a la baja sus previsiones de crecimiento económico donde se esperaba un crecimiento de 0.3 por ciento, informó este domingo el diario alemán Süddeutsche Zeitung.

La primer economía de Europa entrará en recesión por segundo año consecutivo, tras una contracción del 0.3 por ciento del PIB en 2023, ocasionada por el aumento de los precios de la energía tras la invasión rusa de Ucrania, una desaceleración de la industria y una caída de las exportaciones.

Si bien este año el gobierno alemán esperaba una recuperación por la contención del brote inflacionario y el primer recorte de los tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE), los principales institutos económicos de ese país revisaron a la baja sus previsiones el 26 de septiembre, y ahora se espera que el PIB se estanque o se contraiga un 0.1 por ciento este año.

El ministro de Economía, Robert Habeck, presentará las proyecciones el próximo miércoles 9 de octubre, que según el diario alemán, “pueden ser más pesimistas que las previsiones de los principales institutos económicos”.

Alemania enfrenta desafíos estructurales como la competencia con China, una escasez de trabajadores cualificados y una transición ecológica compleja.

En sus perspectivas para el 2025, el Ministerio de Economía prevé un crecimiento del 1.1 por ciento el próximo año, contra un 1 por ciento en sus previsiones anteriores y de un 16 por ciento en 2026, según Süddeutsche Zeitung.

El mismo diario advirtió: “La economía sigue estando caracterizada por una reticencia general de los consumidores a gastar”.

Las medidas contempladas comprenden rebajas fiscales, una reducción permanente de los precios de la energía para la industria, una reducción de la burocracia y de los incentivos para mantener a las personas mayores en el mercado laboral y atraer trabajadores cualificados extranjeros.

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