Ciudad de México. El Consejo Regional de Autoridades Agrarias en Defensa del Territorio (CRAADET), integrado por muchas de las comunidades de las regiones de la Montaña y Costa Chica de Guerrero, llamó a la presidenta Claudia Sheinbaum y a la gobernadora Evelyn Salgado a poner en marcha un plan de atención que incluya recursos humanos, técnicos, tecnológicos y financieros para estas poblaciones que también están sufriendo los estragos del huracán John.

“Además de Acapulco, el cual sin duda requiere de todo el apoyo posible, estamos cientos de pueblos que no somos considerados ni siquiera en los medios de comunicación y, en consecuencia, la respuesta de los tres niveles del estado se dispersa, diluye o de plano no fluye para nosotras y nosotros”, lamentó.

Que esta crisis, expuso, “sirva para demostrar y terminar con la indiferencia y la discriminación hacia los pueblos indígenas de Guerrero”.

El CRAADET aseguró que en sus comunidades hay pérdida de medios de comunicación (terrestres y satelitales, internet y telefonía), falta de energía eléctrica, “destrucción de nuestros sistemas de agua” y diversos daños en viviendas, con varios casos de pérdida total, incluyendo pertenencias y electrodomésticos.

Además, ha documentado la desaparición de Daireni Aburto García, una niña de la comunidad de la Lucerna, del municipio de Malinaltepec, y de Arquímedes Modesto, de Colombia de Guadalupe, quien su carro fue arrasado por las lluvias.

De manera urgente, enfatizó, “requerimos la reapertura o desbloqueos de caminos por derrumbes, así como la rehabilitación y reconstrucción de los tramos y puentes que así lo requieran de la carretera paraestatal Tlapa-Marquelia, incluyendo todos sus ramales”.

Igualmente, la rehabilitación de todas las líneas de alta tensión, postes y cableado para poder restablecer el servicio de la electricidad porque en muchos municipios como Tlacoapa y Acatepec están incomunicados, así como en varias comunidades de Malinaltepec, Metlatonoc, Iliatenco y Ayutla de los Libres, entre otros.

También requirió una brigada de protección civil que evalué los daños de varias viviendas que por el reblandecimiento de la tierra pudieran colapsar, así como el disponer de los requerimientos suficientes para establecer refugios seguros en lo que la crisis se resuelve y no exista gente viviendo a la intemperie.

El CRAADET demandó de igual modo la dotación oportuna de maíz y frijol, debido a que muchas siembras de milpa, las huertas de café y los platanares, entre otros cultivos, fueron destruidos por las fuertes ráfagas de viento y exceso de lluvia, justo ahora que están a punto de aprovechar los primeros frutos de la temporada.

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