La Secretaría de Cultura (SC) federal y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) rendirán hoy un homenaje a la artista María Lagunes, quien falleció ayer a los 102 años.

La ceremonia se realizará a las 17 horas en el Palacio de Bellas Artes, donde se reunirán familiares, amigos, colegas y discípulos para reconocer la contribución nacional e internacional de la artista a la escultura, el dibujo y la pintura.

A lo largo de seis décadas de infatigable actividad, la escultora originaria de Veracruz se distinguió en el mundo de la plástica por su estilo único para combinar elementos abstractos y figurativos, a partir de materiales como bronce, mármol, concreto, piedra y madera, para explorar temas universales.

Entre sus obras resaltan grandes proyectos escultóricos, como el Monumento a Rosario Castellanos (1976), erigido en el Bosque de Chapultepec; Señal (1984), ubicada en el edificio Torre Lomas, en avenida de Las Palmas, galardonada con el primer premio en el Concurso de Escultura Urbana, y Movimientos cíclicos (2001), conjunto ubicado en el Jardín Inglés de la ciudad de Caserta, Italia, considerado un homenaje a Stonehenge, monumento megalítico de Gran Bretaña.

Lagunes nació en Hacienda de Angostillo, Veracruz, en 1922. A temprana edad exploró sus cualidades en la música, al dedicarse al estudio de la guitarra clásica, para después estudiar diseño de interiores, en la Universidad Femenina de Veracruz.

Más tarde, en 1957, se trasladó a la Ciudad de México para inscribirse en la Escuela Superior de Artes Aplicadas de La Ciudadela, del Instituto Nacional de Bellas Artes, donde tomó clases con reconocidos artistas, como Arturo García Bustos, Francisco Dosamantes, Guillermo Silva, Tomás Chávez Morado, Francisco Zúñiga, Juan Soriano y Antonio Rodríguez Luna.

En 1966 viajó a París, donde continuó sus estudios y trabajó con André Bloc y el escultor Ossip Zadkine. En ese periodo evolucionó su escultura hacia volúmenes abstractos y geométricos, creando composiciones casi arquitectónicas.

De 1969 a 2004 conjugó su actividad creativa con la docencia en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde impartió sus conocimientos en dibujo y formas escultóricas. En 2020 ingresó como académica de número en la Academia de Artes de México.

Su trabajo se ha expuesto de forma individual y colectiva en galerías y museos de México, Francia, España, Italia, Estados Unidos y China. Sus piezas se encuentran en colecciones públicas y privadas, en territorio nacional y en el extranjero.

Multipremiada en el mundo

Primera mexicana en exponer en la galería parisina Mont-Orendáin, recibió varios galardones a lo largo de su trayectoria. Obtuvo la Medalla de Oro y mención honorífica en la Bienal Internacional de la Piedra (Marino, Italia) en 1980. En 1981 se le otorgó el premio del Salón Internacional de Arte, Literatura y Música, en Francia, y en 1984 el galardón de Honor y Placa de Oro de la 21 Muestra Internacional de Pintura, Escultura y Gráfica del Centro Artístico y de Cultura Internacional Giulio Rodino.

En México, en 2011, recibió el primer premio en el concurso de diseño del Trofeo de la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y del Acero; en 2005 le dieron la Medalla de Plata por 35 años de servicios académicos en la Facultad de Arquitectura de la UNAM.

En agosto pasado, acompañada por sus hijas, María y Silvia Segarra Lagunes, recibió la Medalla de Oro de Bellas Artes 2024. Durante esta ceremonia, la directora general del Inbal, Lucina Jiménez López, destacó que la escultora es un ejemplo para las actuales y futuras generaciones.

“Su espíritu de alquimista le permitió crear un universo simbólico y estético de la madera, el metal, el concreto y el ónix. Nadie como ella ha desarrollado tal exploración matérica y esa manera tan propia de combinar escultura con espacio urbano y naturaleza.

Dueña de una profunda sensibilidad, no se limitó a una sola disciplina, sino que transitó por muy diversos lenguajes y formas artísticas: textil, grabado, óleo, fotografía del retrato y mucho más. Su formación interdisciplinaria le aportó frescura y contundencia poco frecuentes, irrepetibles, expresó la funcionaria.

El arquitecto Francesco Cellini, presidente de la prestigiada Accademia Nacional de San Luca, Italia, y presente en la entrega de la presea, señaló entonces que la actividad creativa de María Lagunes fue incesante y es mucho más amplia de lo que se ha exhibido en exposiciones o museos. Qué suerte haberla conocido, apreciar sus invaluables cualidades humanas y, en más de una ocasión, colaborar con ella.

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