Rio de Janeiro. Los países del G20 se comprometieron este jueves en Brasil a impulsar mecanismos financieros “innovadores” para enfrentar la emergencia climática, en momentos en que una ola de incendios récord azota la Amazonia, la mayor selva tropical del mundo.

“Las pérdidas humanas y ambientales en todo el mundo dejan claro la necesidad urgente de tomar mayores medidas para responder a la nueva realidad global”, afirma la declaración aprobada por los ministros de medioambiente de las 20 mayores economías del mundo al cierre de una reunión en Rio de Janeiro.

“Los impactos del cambio climático ya se están sintiendo en todo el mundo, afectando de manera más severa a las regiones y países vulnerables, con inundaciones sin precedentes, sequías extremas, olas de calor superiores a la media y otros eventos que aún no estamos completamente preparados para enfrentar”, agrega el texto.

Con 80 por ciento de la población mundial, el G20 representa cerca del 80 por ciento de las emisiones de carbono y el 75 por ciento de la generación de residuos.

La ministra de ambiente brasileña, Marina Silva, afirmó que los países del G20 tienen “una gran responsabilidad” y deben “liderar el enfrentamiento a la crisis climática”.

Brasil, que este año preside el G20, sufrió en mayo los embates de inundaciones históricas en la región sureste, y atraviesa en la actualidad una ola de incendios récord alimentados por sequías también sin precedentes.

Estos eventos extremos están favorecidos por el cambio climático, según los expertos.

La movilización de recursos financieros para mitigar el calentamiento global ha estado en el centro de las discusiones del G20, que concluirán con la cumbre de jefes de Estado y de gobierno el 18 y 19 de noviembre en Rio.

“Para alcanzar estos objetivos, consideraremos herramientas económicas innovadoras, como los pagos por servicios ecosistémicos (…) entre otros, la fertilidad del suelo, el control de la erosión, la polinización y el suministro de agua”, dice la declaración.

Brasil quiere promover el Fondo Bosques Tropicales para Siempre (TFFF, por sus siglas en inglés), un “complejo” instrumento de inversión que aspira a estar operativo el año próximo, cuando la ciudad brasileña de Belem acoja la COP30 del clima.

A mediados de septiembre, los esfuerzos en materia ambiental del G20 fueron puestos en tela de juicio por organizaciones ecologistas, que denunciaron falta de compromiso del grupo para avanzar hacia una transición que elimine el uso de energías fósiles.

Las críticas se basaron en un borrador de la declaración sobre el clima que el G20 presentará en Washington tras una reunión ministerial a finales de octubre, en el que se omite mencionar las energías fósiles.

“Un comunicado del G20 sin siquiera mencionar la transición fuera de las energías fósiles (…) por parte de las 20 economías más poderosas del planeta, crearía un precedente preocupante”, señaló Maria Victoria Emanuelli, de 350.org.

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