Washington. Barnard es una estrella enana roja, el tipo más pequeño de estrella regular y mucho más pequeña y menos luminosa que nuestro Sol. A unos 6 años luz de distancia, es la más cercana a nuestro sistema solar. En términos cósmicos, está en nuestro vecindario.
Por eso, los científicos deseosos de estudiar mundos cercanos potencialmente habitables están entusiasmados con el descubrimiento del primer planeta confirmado en órbita alrededor de la estrella de Barnard, un planeta rocoso con una masa cercana a 40 por ciento de la de la Tierra.
Aunque este planeta, que orbita muy cerca de la estrella de Barnard, tiene una temperatura superficial demasiado alta para ser apto para la vida, los investigadores encontraron lo que denominaron “fuertes indicios” de otros tres planetas alrededor de la estrella de Barnard que podrían ser mejores candidatos.
El planeta confirmado, llamado Barnard b, tiene un diámetro previsto de unas tres cuartas partes del de la Tierra, es decir, unos 9 mil 700 km.
“Se trata de uno de los planetas menos masivos jamás encontrados” más allá de nuestro sistema solar, afirma el astrónomo Jonay González Hernández, del Instituto de Astrofísica de Canarias en Tenerife (España), autor principal del estudio publicado esta semana en la revista Astronomy & Astrophysics.
Entre los planetas de nuestro sistema solar, sólo Marte y Mercurio son más pequeños.
Barnard b, con una temperatura superficial de unos 125 grados centígrados (275 grados Fahrenheit), orbita la estrella de Barnard en sólo tres días terrestres, a una distancia 20 veces menor que la que separa a Mercurio, el planeta más interior de nuestro sistema solar, del Sol.
Los planetas situados más allá del sistema solar se denominan exoplanetas. Los científicos que buscan exoplanetas que puedan albergar vida se fijan en los que residen en la “zona habitable” alrededor de una estrella, donde no hace demasiado calor ni demasiado frío y puede existir agua líquida en la superficie planetaria.
Para detectar este planeta, los investigadores utilizaron un instrumento llamado ESPRESSO, instalado en el Very Large Telescope del Observatorio Europeo Austral, con sede en Chile. Al parecer, los otros tres posibles planetas que orbitan la estrella de Barnard son rocosos y más pequeños que la Tierra, con una masa que oscila entre 20 y 30 por ciento de la terrestre. La esperanza es que al menos uno de ellos pueda encontrarse en las proximidades de la zona habitable.
De confirmarse, ésta sería la única estrella conocida con un sistema multiplanetario compuesto en su totalidad por planetas más pequeños que la Tierra.
La estrella de Barnard, en la constelación de Ofiuco, tiene una masa cercana a 16 por ciento de la del Sol, un diámetro de 19 por ciento de éste y es mucho menos caliente. Además, se calcula que tiene más del doble de edad que el Sol.
“Al ser tan fría y pequeña, es bastante tenue, lo que hace que su zona habitable esté mucho más cerca de la estrella que en el caso del sol”, explica el astrónomo del Instituto de Astrofísica de Canarias y coautor del estudio Alejandro Suárez Mascareño. “Además, es una estrella muy tranquila. Mientras que se ha descubierto que algunas enanas rojas lanzan llamaradas con mucha frecuencia, la estrella de Barnard no lo hace”.
Cuanto más cerca están los exoplanetas de nosotros, más fáciles son de estudiar. Es más fácil detectar planetas rocosos de baja masa orbitando enanas rojas, el tipo de estrella más común en nuestra Vía Láctea, que alrededor de estrellas más grandes.