Ciudad de México. Familiares,  amigos y compañeros del Comité 68  realizaron una guardia de honor en memoria de Raúl Álvarez Garín por el décimo aniversario luctuoso del activista y luchador social, a quien recordaron entrañablemente. En la Estela de Tlatelolco, ubicada en la Plaza de las Tres Culturas, colocaron flores y rindieron un minuto de silencio.

Félix Hernández Gamundi,  ex líder estudiantil del 68, dijo que recordar a Raúl siempre es una situación compleja por la falta que hace en la vida sociopolítica de México. Incluso expresó que fue un incansable luchador social, un ejemplo de congruencia y compromiso. Su vida y sus acciones, afirmó, nos dejaron grandes enseñanzas que permanecen vigentes en la lucha por la verdad y justicia. “Por la ausencia de su orientación, opinión en momentos difíciles de la vida del país, como las que vivimos desde hace mucho tiempo”.

Pero no sólo eso, a propósito del también décimo aniversario de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, Guerrero, recordó el compromiso del luchador social y líder ideológico de toda la vida, con las escuelas normales rurales. “Esta partida de Raúl que coincide con la tremenda agresión en contra de los alumnos en Iguala  lo hace todavía un momento doblemente complejo y significativo”.

Manifestó que con la discusión de la reforma al Poder Judicial, “pensé mucho en Raúl, porque a 56 años de Tlatelolco seguimos en medio de esta situación de impunidad para el genocidio de 1968. La lucha de Raúl y del Comité 68 tuvo logros extraordinarios”.

Expresó que gracias a Álvarez Garín, se procedieron ante tribunales y formularon una acusación por genocidios en contra de los responsables de la matanza de estudiantes en Tlatelolco en 1968.
“Es importante recordar esto, porque el caso de 1968 permanece impune, independientemente de lo que logramos avanzar”.

Por ello agregó que este es un momento de “recargar pilas” en este momento de Raúl Álvarez Garín, “no en el recuerdo de la nostalgia, sino en el recuerdo con orgullo de las enseñanzas de y por Raúl. Hoy nos sentimos fortalecidos, en presencia de muchos amigos y jóvenes”.
Durante el evento, se colocaron flores y un corazón que se realizó con pétalos de Rosas y corearon en repetidas ocasiones: “¡Raúl vive, la lucha sigue!”.
Sus amigos agradecieron a la vida que haya habido seres como Álvarez Garín, “quién  fue el mejor líder de movimiento del 68. Gracias a él nos mantuvo unidos en un mes tan difícil en aquellos años”.

Pero no sólo eso, coincidieron que Álvarez Garín supo convocar en los jóvenes su espíritu combativo, no obstante también tenía otras cualidades, como su forma de conversar, de contar sus historias y batallas de lucha que compartió, además de todo el legado que dejó respecto al movimiento social en México.

Carolina Verduzco, integrante del Comité 68, indicó que el fallecimiento de Álvarez Garín ocurrió precisamente en el momento en qué los estudiantes de la Escuela Normal Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa, estaban siendo reprimidos. Por ello, recordó que Álvarez Garín siempre tuvo un gran cariño y predicción por el normalismo rural así como en favor de las causas populares.

En tanto, su hermana, Tania Álvarez Garín apuntó que el vacío de Raúl es difícil “porque cada vez se siente más su ausencia, debido a la cantidad de problemas que hay en el país, temas en los que mi hermano peleó toda su vida, en las que  luchó y propuso soluciones. Esta  coincidencia de que muere cuando desaparecen a los jóvenes de Aayotzinapa es muy fuerte y difícil de desagregar un tema del otro. Por eso revive permanentemente esta sensación de falta de justicia, promesas no cumplidas por parte de las autoridades”.

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