El Bosque de Chapultepec está listo para atender el presente y encarar el futuro, aseguró a La Jornada el artista veracruzano Gabriel Orozco, quien concluyó su labor de coordinador del proyecto Chapultepec: Naturaleza y Cultura, cuya cuarta sección, ya remodelada, se inauguró hace unos días.

El emblemático pulmón de la capital del país “está mucho mejor preparado (para recibir visitantes), porque estaba atorado. No se veía claro el futuro de la tercera sección, ni podíamos concebir un futuro para la cuarta, como el que ahora ya tiene. La primera y la segunda secciones estaban más o menos encaminadas, aunque hacía falta trabajo en la segunda, pero ya tienen proyección a futuro, entre otras cosas, con la creación del Centro de Cultura Ambiental y los jardines que se sembraron.

“La tercera y cuarta secciones, con la siembra, la fertilización de los suelos y la creación de accesos y senderos, además de las nuevas instalaciones, ya no están estáticas, estancadas o aisladas del curso de la historia y de la comunidad que habita en torno de esa zona, ni de los visitantes.

El futuro es esperanzador en el sentido de que la gente ya puede disfrutar de sus árboles, sus senderos, del aire libre, de actividades de todo tipo, de los destinos culturales y familiares. Chapultepec está encaminado como un gran campus cultural y ambiental para que empiece a ser habitado por los usuarios; al bosque, en lugar de ser impactado, logramos sacarlo de su estancamiento. Estaba muy seco, en especial la tercera sección; había incendios, esperemos que eso ya no suceda; las zonas antes abandonadas son ahora accesibles. Sí está listo, pues, para un futuro mejor, detalló.

Nombrado a principios de sexenio como coordinador de una de las iniciativas prioritarias del actual gobierno, Orozco reiteró que los poco más de 10 mil 500 millones de pesos que se destinaron a esa iniciativa es una inversión bastante baja para los beneficios que acarreará.

Si se compara con lo que cuesta remodelar otro centro cultural en el mundo, como el Museo de Arte Moderno de Nueva York, los precios y los beneficios por metro cuadrado, así como en términos ambientales, es una inversión bastante productiva. No es fácil entender para mucha gente del mundo cultural que una inversión en la parte ecológica o en la cultura ecológica, para sembrar y fertilizar los suelos, es tanto o más importante para el futuro del arte. En nuestra época de juventud, el arte político era el que trataba de hablar de un futuro mejor; ahora es impensable un arte político, si no es ecológico; o sea, una de las razones políticas del arte es su compromiso con la cultura ambiental, el cambio climático, afirmó.

Mi trabajo ha estado muy involucrado en temas ecológicos desde hace mucho. Espero que ahora Chapultepec, como espacio público, como pieza de arte público, genere un mensaje de conciencia ecológica, de política ecológica y también de política cultural ecológica.

Entre los aspectos que se quedaron en el tintero del plan maestro del proyecto original, el creador destacó un túnel-puente que conectaría de manera peatonal la tercera y la cuarta secciones del bosque, así como el pabellón de arte contemporáneo previsto para la primera área, que desde el principio generó polémica entre ciertos sectores de la sociedad, al considerar que se trataba de un capricho personal de él, y que finalmente se canceló.

Aclara que la Línea 3 del Cablebús –inaugurada también hace unos días y cuyo recorrido de 5.5 kilómetros conecta las cuatro secciones de Chapultepec– no era en principio parte del proyecto; se manejaba como un rubro aparte, pero se integró conforme fue desarrollándose la política de movilidad del gobierno de la Ciudad de México.

“En el plan maestro había un proyecto de un túnel-puente para cruzar de la tercera a la cuarta sección, porque era importante tener accesibilidad a ella. Todavía se va a tener que trabajar en esa accesibilidad, sobre todo por la afluencia que tendrá la cuarta sección; en nuestros estudios, la previsión es que ocupará el segundo lugar en número de visitantes, después de la primera sección. Entonces, ese puente o esa accesibilidad va a tener que implementarse; teníamos varias propuestas.

El Cablebús es espectacular, muy lindo, creo que la gente lo va a usar mucho; seguramente, la demanda va a ir en aumento, pero el proyecto está preparado para crecer. El plan maestro está hecho de tal manera que los proyectos que no logramos terminar en esta primera etapa puedan subsistir, sustentarse, crecer, y van a empezar a demandar la continuación de accesos, interconexiones, mantenimiento y otras cosas. Por ahora, para terminar esta fase del proyecto, estamos bien.

Considerado el más internacional de los artistas mexicanos, Gabriel Orozco sostuvo que con el pabellón contemporáneo en la primera sección del bosque se buscaba interneconectar mejor los museos de la zona y conformar un circuito con esos recintos.

“Nada de ‘museito personal’; el pabellón era un espacio para las artes del México contemporáneo, que ya tienen una presencia internacional. Uno de los atractivos del país a nivel contemporáneo es su arte; entonces, tener ese paseo de museos, desde el de Antropología hasta lo contemporáneo, pasando por el Castillo de Chapultepec, el Museo de Arte Moderno y el Tamayo, generaría un circuito muy amplio y una caminata muy rica, histórica y artística.”

Consideró que ese espacio no se pudo lograr por cuestiones políticas un poco absurdas. Insistió en que ahora que ya se vieron los resultados de los otros nodos, quizá se pueda entender que no era mala idea: “no iba a ser el museo de ‘Egobriel’ Orozco”, finalizó entre risas.

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