El hiperactivo y camaleónico actor argentino Leo Sbaraglia nos regala en El hombre que amaba los platos voladores otro de sus emblématicos roles en la gran pantalla, donde interpreta al periodista judío argentino José de Zer, quien en los años 80 alcanzó enorme fama en TV cubriendo en La Candelaria, Córdoba, supuestos fenómenos de avistamientos extraterrestres, manteniendo por semanas en vilo al país con sus reportajes y crónicas, que luego se revelaron un montaje. La Jornada habló con el astro porteño sobre un personaje que aún le mantiene fascinado.

– ¿Tiene vigencia hoy José de Zer? ¿Se le extraña en la Argentina?

Creo que el público va a extrañar a este José de Zer que mostramos, así como extrañaba al real. Lo va a extrañar, lo necesita. Necesitamos más de esto.

– ¿Usted se creyó realmente este personaje? O digamos que lo ha modificado partiendo desde el personaje…

Yo tenía poco conocimiento, un somero conocimiento de él. Era del mundo casi del meme, de lo bizarro, de gente que se burlaba quizás. No sé si se burlaba, pero al menos no era tomado muy en serio. Pero contando, cuando leí el guión, me pareció que el tema no era menor, era un tema muy rico para investigar, para meterse. Un tema que de pronto, muestra como un tipo que parte de la realidad va sumiéndose en la irrealidad.

– Se dejó llevar quizás…

Me parecía muy interesante entender y reflexionar sobre también dónde está ese límite. ¿Cuál es el límite entre la cordura y la locura? ¿Dónde está? Bueno, hay gente que francamente dice bueno, pobrecito, hay que internarlo. Digo, pero al mismo tiempo, ¿Cuánta locura linda hay en el mundo? ¿Cuántas posibilidades de generar creación y ficción y poesía desde lugares que de pronto se pueden llamar locura y están ahí en un filo vanguardista del pensamiento y de la imaginación? Como gente que puede ver un poco más allá.

– Tal vez fue un precursor de tanta falsa noticia que nos rodea ahora…

Sí, como dice Diego (Lerman), puede ser el inicio de las fake news, pasa que en este caso estas news, fake news, son como fake news blancas, límpidas, que no le hacen mal a nadie, simplemente generan trabajo, generan espacios y generan un mundo nuevo donde no había nada. Está bien si estás engañando, como quizás al espectador a través de ese espectáculo, pero al mismo tiempo, no sé cómo… Por eso te digo, invitaba a muchas reflexiones la película, pero por otro lado, que a mí creo que es lo que también me conmueve mucho, es la idea del misterio, el misterio como luz, el misterio como lugar también a transitar y a darle su espacio, como no decir el escepticismo, esto es así o esto no es así. Probablemente habrá un momento en la historia que los científicos puedan explicar algunas cosas que hoy día no se pueden explicar. O la NASA misma seguramente en algún momento nos dirá que los seres humanos, algún tipo de código de cómo nos podemos transmitir cosas telepáticamente. Digo, hay tantas maneras de comunicarnos, hay tantas antenas que no usamos, tantas, que bueno, quizás algún tipo de antena este hombre tenía, que nosotros no teníamos y bueno, quizás los medios, como dice el ingeniero, no eran cartón pintado, pero había una verdad en él.

– En la época que retrata la película, la gente creía mucho más en la televisión, lo tomaban era la realidad. Pero ahora ya no se cree tanto en la televisión como en los medios sociales, que ya interpretan, juegan -y peor- con la inteligencia.

Me decía Norma, que es una persona muy querida, mi madrastra, una persona muy inteligente, psicóloga, luego de ver la película, que le gustaban mucho los planos cortos que habías hecho porque justamente José miraba más para adentro que para afuera. Se va despojando de todo, de todo el circo hasta quedar como en el mundo. Y es que él mira para adentro, dice, la imagen de él con la cabrita en las cosas, es decir, mirando el cielo, ¿no? Está metido en un mundo donde nadie más entra…

– Otro personaje real que ha interpretado recientemente es el del expresidente argentino Menem. ¿Quién cree que supo engañar mejor? ¿De Zer o Menem?

Oh, es una pregunta difícil. Fueron dos titanes. Yo creo que en algún momento vamos a hacer una producción de fotos donde yo me voy a disfrazar como me disfrazaba cuando me vestía maquillado de Menem y me veía también de eso. Vamos a hacer una superposición de De Zer entrevistando a Carlos. Yo creo que son dos grandes personajes de la historia argentina. Con todo lo que podamos matizar al respecto. Pero bueno, Menem era un tipo de un gran poder de determinación y un allegado donde él quería. Y además también tenía un gran manejo del esoterismo. Y trabajaba mucho con eso. Tenía como sus propias cuestiones en ese sentido. Y los dos son dos grandes personajes de la historia nacional, que bueno, ahora nos vamos a ir todavía a los 70, 80, no sabemos, pero me está tocando navegar por nuestra historia, los íconos de la historia argentina.

– ¿Personalmente también están tomando nota de la crisis financiera del cine argentino con Milei?

La película se hizo gracias a Netflix, no a Milei, obviamente. Está financiada desde el año pasado, desde antes de toda esta esta crisis y está financiada al 100% por Netflix.

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