Ciudad de México. K-Paz de la Sierra hizo que los asistentes del segundo día del Festival Arre sacarán sus mejores pasos. Cientos de sombreros se levantaron, al igual que la tierra, debido a los taconazos de las y los asistentes.

Con canciones de letras románticas y melodías que oscilan entre la balada y el norteño, clásicos del regional mexicano como “Mi Credo” y “Volveré” hicieron que el escenario retumbara y diera la sensación de que les quedaba pequeño.

A Los Invasores de Nuevo León, quienes le han puesto voz a las historias que ocurren en la frontera norte y desde su creación en 1978 se han vuelto un pilar del género norteño, les bastó con hacer sonar los primeros acordes de “Eslabón por eslabón” para que el público se entregara por completo a su mezcla de acordeones y bajo sextos

A lo largo de más de cuatro décadas, han consolidado su lugar en la historia con otros canciones que resumen el dolor, el orgullo y la vida de quienes cruzan caminos entre México y Estados Unidos.

Nadie resistió la electrónica norteña de Nortec: Bostich + Fusible, que puso a bailar incluso a los más conservadores, con sus éxitos “Tijuana Sound Machine” y “Sueño Fronterizo”.

Más temprano, Flor de Toloache, agrupación formada por Mireya Ramos y Shae Fiol, y que cuenta exclusivamente por mujeres mariachis, género dominado históricamente por hombres, hizo vibrar la pista con canciones como “Quisiera”* y “Besos de Mezcal”, se puede sentir ese pulso multicultural que define su estilo: una fusión de pasado y presente que conecta tanto con el mariachi clásico como con los sonidos de una nueva generación.

Más tarde, se espera que Junior H ponga a llorar a las y los más sentimentales, con rolas como “Y lloro” o “Luna”.

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