Saná. Estados Unidos lanzó hoy una segunda ronda de ataques aéreos contra los rebeldes hutíes en Yemen, un día después de que junto con las fuerzas británicas bombardearon decenas de posiciones de la milicia, en medio de temores de una escalada de tensiones en Medio Oriente.

El ejército estadunidense atacó una instalación de radar de los hutíes, informó un funcionario de Washington, un día después de los bombardeos contra el grupo ordenados por el Pentágono como respuesta a las amenazas de los chiítas –en respaldo a Hamas por la guerra de Israel sobre Gaza– a la navegación marítima en el mar Rojo, .

Momentos antes, los hutíes realizaron un ataque con misiles contra un barco tras advertir que los intereses británicos eran “objetivos legítimos.

Todos los intereses estadunidenses y británicos se han convertido en blancos legítimos de las fuerzas armadas yemenitas tras la agresión directa y declarada contra la república de Yemen, afirmó el Consejo Político Supremo Huti. El general de brigada Yahya Saree, vocero militar de la milicia, aseguró en una grabación que los ataques cometidos por los países occidentales no quedarán sin respuesta ni castigo.

Inmediatamente, decenas de miles de personas se reunieron en varias ciudades yemeníes, principalmente en la capitalina Saná –donde el grupo beligerante gobierna desde 2011 tras su expulsar al gobierno reconocido por la comunidad internacional– para condenar los ataques militares contra su país, respaldar al movimiento huti y lanzar consignas en contra de Israel por la ofensiva que lanza desde el pasado 7 de octubre sobre el enclave palestino.

Las fuerzas estadunidenses y británicas atacaron con aviones de guerra, barcos y submarinos 60 objetivos en 16 lugares en las primeras horas de ayer, con lo que destruyeron centros de comando y sitios de drones y misiles, indicaron las autoridades de los países en un comunicado. Los embates mataron al menos a cinco personas e hirieron a seis, confirmaron por separado los hutíes, quienes lanzaron un misil balístico antibuque en represalia, informó el director del Estado Mayor Conjunto estadunidense, el teniente general Douglas Sims, y precisó que el disparo no dio en el blanco.

El grupo alzado, aliado de Irán, que es potencia regional y rival de Israel en la región, lleva semanas atacando a los barcos que atraviesan el mar Rojo, por donde transita 12 por ciento del comercio mundial, en solidaridad con los palestinos en Gaza. Los precios del petróleo subieron 4 por ciento por temor a una escalada antes de volver a caer.

Estados Unidos y Reino Unido aseguraron en un comunicado que sus ataques buscaban desescalar tensiones y restaurar la estabilidad en esa zona marítima.

Las acciones demuestran un compromiso compartido con la libertad de navegación, el comercio internacional y la defensa de la vida de los marinos frente a ataques ilegales e injustificables, agregaron en la declaración, a la que se sumaron los gobiernos de Australia, Baréin, Canadá, Dinamarca, Alemania, Países Bajos, Nueva Zelanda y Corea del Sur.

Sanciones contra navieras

En otra medidas, el Departamento del Tesoro estadunidense anunció nuevas sanciones contra dos empresas navieras en Hong Kong y Emiratos Árabes Unidos que transportaban productos básicos iraníes y cuyas ganancias estaban dirigidas a la red de financiamiento de los rebeldes.

Desde Washington, el vocero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, aclaró en conferencia de prensa desde Washington: No buscamos un conflicto con Irán. No buscamos una escalada y no hay razón para que se intensifique más allá de lo que ocurrió en los días recientes, ante los temores que el conflicto en Gaza se extienda en Medio Oriente.

El ministro de Exteriores de Irán, Hosein Amirabdolahian, llamó a las autoridades estadunidenses a detener inmediatamente su apoyo a Israel en vez de centrar sus esfuerzos en atacar Yemen.

En una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas para atender esta crisis, convocada por Rusia, el embajador de este país, Vasily Nebenzia, calificó los ataques de flagrante agresión armada contra otro país. Antes de la reunión, el secretario general del organismo, Antonio Guterres, pidió a todas las partes no escalar la volátil situación en la región.

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