Barcelona. Un estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por la Fundación La Caixa, estima más de 47 mil muertes causadas por las altas temperaturas en Europa durante 2023, el año “más cálido registrado a nivel mundial y el segundo en Europa”, informa ISGlobal este lunes en un comunicado.

La investigación, publicada en ‘Nature Medicine’, se basa en registros de temperatura y mortalidad de 823 regiones de 35 países europeos y cifra un total de 47 mil 690 muertes a consecuencia de las altas temperaturas, de ellas 47 mil 312 producidas entre el 29 de mayo y el 1 de octubre, el periodo “más caluroso” del año.

Los resultados identifican los países del sur de Europa como los “más afectados”, dado que presentan las mayores tasas de mortalidad relacionada con el calor: Grecia (393 muertes por millón de habitantes), Bulgaria (229), Italia (209), España (175), Chipre (167) y Portugal (136).

ISGlobal realizó un estudio de estas características en 2022, en el que cifró más de 60 mil muertes por el calor durante el verano de 2022 y, en el informe de 2023, pretendía también evaluar si se ha producido una “disminución de la vulnerabilidad al calor” en Europa, proceso que alude a una adaptación al aumento de las temperaturas.

Adaptación a las altas temperaturas

Los investigadores han calculado que, si las temperaturas registradas en 2023 se hubieran producido entre 2000-2004, la mortalidad estimada relacionada con el calor habría superado las 85 mil muertes, lo que representa un 80 por ciento superior a la vulnerabilidad al calor entre 2015-2019.

La investigadora de ISGlobal Elisa Gallo ha explicado que estos datos muestran cómo ha habido procesos de adaptación de la sociedad a las altas temperaturas durante el presente siglo, “que han reducido drásticamente la vulnerabilidad al calor y la carga de mortalidad de los últimos veranos”.

Población más vulnerable al calor

Gallo atribuye la disminución de la vulnerabilidad al calor al “progreso socioeconómico general, las mejoras en el comportamiento individual y las medidas de salud pública, como los planes de prevención del calor puestos en marcha tras el verano récord de 2003”.

El estudio también advierte de que las mujeres y los mayores de 80 años representan la población con mayor vulnerabilidad al calor, concretando que, en 2023, la tasa de mortalidad relacionada con el calor fue un 55 por ciento más alta en mujeres que en hombres, y un 768 por ciento más alta en mayores de 80 años que en personas de 65 a 79.

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