Ciudad de México. La candidata presidencial de la coalición Sigamos Haciendo Historia, Claudia Sheinbaum, presentó ayer su estrategia anticorrupción en la que se comprometió a tener un gobierno con servidores públicos honestos, así como a desarrollar todas las condiciones que permitan erradicar ese flagelo.

Entre las propuestas planteó cero impunidad, simplificación administrativa y transparencia. Para esta última no se requieren grandes instituciones, sino sencillamente que se cumpla con la ley en la materia, subrayó.

La iniciativa fue elaborada por un equipo de expertos. Incluye aumentar las consecuencias de cometer actos de corrupción, incrementar las sanciones y una reforma profunda del sistema judicial.

También, crear una agencia federal anticorrupción, rediseñar la Secretaría de la Función Pública y establecer mayores controles para evitar el abuso de los casos de excepción a la licitación pública. La meta es que 65 por ciento del monto anual contratado deberá ser por licitación pública en 2030.

Acompañada por Clara Brugada, candidata de la alianza a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México; de Juan Ramón de la Fuente, coordinador de su plan de gobierno; del monero Rafael Barajas, El Fisgón, quien es director de formación política de Morena, y de Muna Dora Buchahin, ex funcionaria de la Auditoría Superior de la Federación, quien investigó el caso de la llamada estafa maestra y quien ha hecho severas críticas al actual titular del organismo revisor, Sheinbaum señaló que la corrupción no es un asunto cultural como se decía antes, sino que se generó durante años de gobiernos deshonestoa, en los que hubo impunidad.

Hoy tenemos un Presidente honesto, pero debemos avanzar todavía más en erradicar la corrupción en cualquier lugar donde se encuentre y que cualquier servidor público sea sancionado primero por la ciudadanía y, segundo, por los sistemas de justicia, agregó.

La abanderada presidencial de los partidos Morena, del Trabajo y Verde Ecologista apuntó que se ha mejorado muchísimo en este ámbito. Para muestra, aseguró, se quitó a la corrupción y a los privilegios 2.4 billones de pesos que hoy se traducen en obras públicas estratégicas y en programas sociales.

Tras destacar que el periodo neoliberal es el que está marcado por las mayores corruptelas en el país, como el Fobaproa o la Enciclomedia, la candidata morenista se comprometió a contar con servidores públicos de probada honestidad. A la mejor no es suficiente, pero es indispensable, porque personas de historial corrupto van a representar vicios en sus gobiernos.

De igual manera, resaltó que no pueden llegar a posiciones de poder personajes con historial de conflicto de interés o ligados a acciones indebidas.

No puede conducir un gobierno honesto quien ni siquiera tiene transparencia en sus declaraciones patrimoniales, no puede conducir un gobierno de la ciudad quien está asociado a corrupción inmobiliaria, es decir, no es suficiente, pero sí es indispensable, que quien conduzca el Gobierno de la República, el de un estado, el de la Ciudad de México, sea una persona con historia de honestidad, insistió.

La ex jefa de Gobierno capitalino señaló que es necesario un sistema de simplificación administrativa, al explicar que debido a la corrupción se han generando más regulaciones que, en muchos casos, lo que han provocado es ineficiencia en los gobiernos y no ha terminado con actividades indebidas.

La propuesta para un gobierno honesto contempla ocho acciones. Junto a las ya mencionadas, llevar a la Constitución los derechos a una buena administración pública y un ambiente libre de corrupción; impulsar un acuerdo nacional para que los distintos órdenes de gobierno asuman compromisos para resolver la corrupción y crear un sistema de inteligencia anticorrupción.

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