Varsovia. El presidente conservador de Polonia, Andrzej Duda, vetó el viernes un proyecto de ley para facilitar el acceso de las mujeres a la píldora anticonceptiva “del día después”, lo que provocó la indignación de políticos liberales y de izquierdas.
Los derechos de la mujer ocupan un lugar destacado en la agenda política y algunos polacos se sienten frustrados por la lentitud de los partidos liberales del Gobierno de coalición en el poder desde diciembre a la hora de poner en práctica su promesa de suavizar la prohibición casi total del aborto.
Polonia, de mayoría católica, es uno de los dos únicos países de la Unión Europea en los que las mujeres necesitan receta médica para comprar píldoras anticonceptivas de emergencia.
La nueva legislación las habría hecho disponibles sin receta para mayores de 15 años, revirtiendo una restricción introducida en 2017 por el anterior Gobierno del partido nacionalista Ley y Justicia (PiS, por sus siglas en polaco), del que Duda es aliado.
“El presidente (…) no podía aceptar soluciones legales que permitieran a los menores de dieciocho años acceder a medicamentos de uso anticonceptivo sin supervisión médica y eludiendo el papel y la responsabilidad de los padres”, señaló un comunicado de su oficina.
Añadió, sin embargo, que estaría abierto a que la píldora “del día después” estuviera disponible sin receta para las mujeres adultas.
Los diputados de Nueva Izquierda, que forman parte de la amplia coalición de Gobierno proeuropea, reaccionaron con furia.
“Las supersticiones y la ideología conservadora han ganado a la ciencia y a los derechos de la mujer. Pero sólo por un momento”, escribió la diputada Joanna Scheuring-Wielgus en la red social X.
“Como izquierda, prometimos, entre otras cosas, la píldora del día después a los polacos. Cumpliremos de todos modos”.
La ministra de Sanidad, Izabela Leszczyna, dijo esta semana que si Duda veta la ley, el Gobierno permitirá que los farmacéuticos expidan recetas para vender la píldora, en lugar de exigir a las mujeres una cita médica como hasta ahora.
El Gobierno de coalición se ha dividido entre los legisladores liberales y de izquierdas y los más conservadores en lo que respecta al aborto.
Sin embargo, ya ha restablecido la financiación presupuestaria de los procedimientos de fecundación in vitro.