Washington y Nueva York. Los 10 miembros no permanentes del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU), en su mayoría países del sur global, lograron impulsar la aprobación, por primera vez, de una resolución vinculante en demanda de un alto el fuego inmediato en Gaza y, por separado, por la liberación de todos los rehenes.

Rompiendo el estancamiento de cinco meses por la máxima entidad dentro de la ONU sobre la guerra en Gaza, 14 de los 15 miembros del Consejo de Seguridad votaron a favor de la resolución ante el creciente saldo de muerte y crisis humanitaria generada por Israel con el apoyo de Estados Unidos. Pero esta vez, Washington, con creciente presión sobre el gobierno de Joe Biden dentro de este país, fue obligado a abstenerse en lugar de bloquear con su veto la resolución, como había hecho repetidamente en esfuerzos anteriores.

“Nuestro voto no representa –y repito eso– no representa un cambio en nuestra política”, insistió poco despues del voto en la sede de la ONU en Nueva York, el vocero de la Casa Blanca John Kirby, en Washington. Nada ha cambiado en nuestra política. Nada.

Pero para los otros miembros del Consejo de Seguridad, algo importante había cambiado e incluso rompieron el protocolo diplomático con un aplauso al aprobarse la resolución. La representante permanente de Estados Unidos ante la ONU, Linda Greenfield-Thomas, no aplaudió.

La resolución aprobada demanda un alto el fuego inmediato para el mes de Ramadán respetado por todas las partes llevando hacia un alto el fuego sustentable, y también demanda la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes. Además, el Consejo de Seguridad insistió sobre el acceso humanitario a la zona para abordar las necesidades médicas y otras urgentes. Poco antes del voto final, miembros del Consejo de Seguridad, sobre las objeciones de Rusia, cambiaron el texto de un llamado por un alto el fuego permanente a un llamado por un alto el fuego sustentable, como parte del esfuerzo de evitar el veto estadunidense.

Ha tomado seis meses, más de 100 mil palestinos muertos o lesionados, 2 millones de desplazados y hambruna para que este Consejo finalmente demande un alto el fuego inmediato, declaró el representante palestino en la ONU, Riad Mansour, al dar la bienvenida al resultado.

Por su parte, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, de inmediato acusó al gobierno de Biden de traición por no insistir en vincular el alto el fuego a la li-beración de los rehenes, y con ello, canceló el viaje de una delegación encabezada por su asesor de Seguridad Nacional a Washington, a reuniones que estaban programadas para este miércoles. Sin embargo, el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, ya está en Washington y se reunió ayer con el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan.

Trita Parsi, vicepresidente ejecutivo del centro de análisis Quincy Institute en Washington, interpretó la abstención de Estados Unidos como el primer indicador real de que la presión por activistas en este país exigiendo un alto el fuego está funcionando. Toda la presión doméstica sobre Biden para dejar de bloquear un alto el fuego está teniendo un impacto. La presión está funcionando. Sin ella, Biden hubiera emitido un veto sobre la resolución, escribió.

Según la Carta de Naciones Unidas, las resoluciones del Consejo de Seguridad son legalmente vinculantes para los 193 países miembros de la organización, y varios gobiernos llamaron para la implementación inmediata de esta decisión. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, agregó que esta resolución tiene que ser implementada. El fracaso (en hacerlo) sería imperdonable.

En el Departamento de Estado, el reportero veterano de la agencia Ap Matt Lee preguntó al vocero Matthew Miller si esperaba que Israel anunciara un alto el fuego como resultado de la resolución. No lo espero, respondió Miller. La resolución de hoy (ayer) no es vinculante. No emitimos un veto porque sentimos que el lenguaje con relación al alto el fuego y la liberación de los rehenes es consistente con la postura de largo tiempo de Estados Unidos. Más aún, el vocero señaló que más allá de esta resolución, Estados Unidos es parte de las negociaciones regionales para lograr un alto el fuego y la liberación de los rehenes, y se atrevió a comentar: no puedo decir que esta resolución tendrá algún impacto sobre esas negociaciones.

De hecho, el periódico israelí Haaretz reportó que, después de una breve investigación, el Departamento de Estado ha determinado que Israel está cumpliendo con la demanda estadunidense de que respete la ley internacional. No hemos encontrado que estén en violación, o cuando se trata del conducto de la guerra o la provisión de asistencia humanitaria, cita el rotativo.

Más aún, en una ley promulgada por Biden el sábado pasado para financiar al gobierno federal están incluidos otros 3.8 mil millones de dólares en asistencia militar para Israel. Así, con Estados Unidos retóricamente en favor de algún alto el fuego con condiciones, continuará enviando armas que Israel necesita para continuar bombardeando a Gaza, sin condiciones.

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