Ciudad de México. Sin identificar la autoría, pero con los mismos argumentos de la oposición, desde ayer circulan en redes sociales cinco videos con formato de espots contra Claudia Sheinbaum, candidata a la Presidencia por la coalición Sigamos Haciendo Historia. La propaganda aborda violencia de género, delincuencia y abasto de fármacos.

Filmados en alta definición, con elevados niveles de producción, presentan escenificaciones de situaciones y fuertes imágenes, exacerbando las críticas que los partidos contrarios a la 4T han lanzado reiteradamente contra el gobierno federal.

Los videos, de entre 30 y casi 60 segundos, cuentan con una voz masculina en off, que cierra con el lema: A Sheinbaum se le va a caer el país, consigna siempre acompañada por música del tipo usado en filmes para inspirar temor.

Un clip muestra tres charolas transparentes sobre una mesa. Uno de los recipientes contiene material de construcción, otro un líquido rojo y el tercero, agua. Una mujer introduce primero las manos en la grava, la aprisiona, luego pasa al contenedor con el fluido rojo que al frente tiene un letrero en que se lee: Rébsamen. Sus manos quedan rojas e intenta limpiarlas en el agua; luego toma una toalla con el logo de Morena con la que busca quitar el tinte. Entra la pregunta: ¿Así de fácil vamos a dejar que Morena se lave las manos?

Otra pieza presenta un sitio lúgubre como cárcel, donde una mujer con voz de mando alecciona a supuestos asesores de un centro de llamadas sobre cómo justificar un eventual desabasto de fármacos.

En otra, una mujer corre por un bosque, mientras hombres armados, algunos con ropa tipo militar, le disparan. A su paso ve a una joven herida, a la que no puede ayudar, mientras de fondo se escucha una ráfaga de tiros. Tras ello, ingresa a su casa y saluda a su madre, como si nada la hubiese afectado. Luego se afirma que desde que gobierna Morena se ha normalizado vivir en constante peligro, así como que en este sexenio más de 17 mil mujeres han sido asesinadas. Para las mujeres, salir de casa es jugarnos la vida, concluye.

Uno más pretende demostrar la ineficacia de la justicia en los casos de violencia sexual. Se afirma que ahora a las mujeres agredidas se las exhorta a abrazar a sus violentadores, porque la estrategia sería abrazos, no balazos.

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