Guadalajara, Jal. Con menos gente de lo previsto, aislado por miembros jaliscienses de su propio partido que no lo acompañaron ni en presencia ni en redes sociales salvo los que son candidatos a puestos de elección, Jorge Álvarez Máynez arrancó su campaña presidencial en Lagos de Moreno, un violento municipio de la región Altos de Jalisco gobernado por Movimiento Ciudadano, en donde dijo que en 90 días le dará vuelta a las encuestas y ganará la presidencia del país.

“En algunas entrevistas que les hacían a las personas de aquí (les preguntaban) si conocían a Máynez y la gente dice que no, porque nunca habían visto un espectacular, una lona o una playera de Máynez. No tenían porqué hacerlo, las campañas inician legalmente hoy. Pero le voy a dar la vuelta a la contienda presidencial jugando limpio y derecho, a partir de hoy me va a conocer México”, agregó.

Luego el candidato se lanzó contra sus adversarias en la contienda presidencial, a quienes acusó de robarse el dinero público y realizar proselitismo electoral ilegalmente de forma anticipada.

El distanciamiento con Álvarez Máynez del gobernador Enrique Alfaro, también del partido MC y quien a principios de semana recalcó que él no es “fosfo fosfo” ni tiene nada que ver con la “nueva política” que impulsa el candidato presidencial y el gobernador de Nuevo León, Samuel García, al parecer tuvo respaldo de muchos de sus correligionarios locales.

Y es que fue evidente no sólo que no asistieron liderazgos naranjas de Jalisco, sino que quedó constancia que ninguno, ni siquiera el propio candidato a gobernador Pablo Lemus, replicaron o publicitaron el mitin de su candidato presidencial en sus respectivas redes sociales.

Ni siquiera MC Jalisco, dirigido por el ex panista José Manuel Romo, hizo una mínima mención al acto en Lagos de Moreno y prefirió publicar en redes las planillas de los municipios en los que competirá. Romo tampoco estuvo en el entarimado, aunque sí el líder nacional Dante Delgado, a quien Lemus llamó “mi jefe”

En su turno al micrófono, el candidato a gobernador Pablo Lemus insistió en su estrategia de acusar a “gente de fuera” (antes dijo directamente “chilangos”) de querer apoderarse de Jalisco.

“Esa gente que patea la puerta de nuestro hogar que se llama Jalisco, vienen vestidos con un chaleco guinda ¿nos vamos a dejar que nos quiten nuestra casa? Claro que no, porque Jalisco es nuestro y lo vamos a defender”, dijo, arqueando hacia atrás el cuerpo muy al estilo de cantante folclórico.

En un municipio donde apenas un día antes asesinaron a 7 personas o en agosto pasado 5 jóvenes amigos fueron desaparecidos por el crimen organizado, quien se llevó la noche fue una mujer que con un sencillo letrero en una cartulina, lo esgrimió frente a los candidatos: “Te cambio mi voto por mi hermano desaparecido”.

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