Santiago. Transcurrida una semana desde que durante la madrugada del miércoles 21 de febrero, cuatro desconocidos que fingieron ser un equipo de la Policía de Investigaciones (PDI) de Chile, sacaron a la fuerza y maniatado desde su departamento en Santiago al ex teniente venezolano Ronald Ojeda Moreno, de 32 años, nada se sabe acerca de su paradero.

Hay cámaras de seguridad que registran el momento, tanto al interior del edificio como a la salida de este, donde se le aprecia amarrado y llevado a la fuerza por hombres armados.

Según la ministra del Interior, Carolina Tohá, hay avances en la investigación que “son significativos, pero creo que no hay que calificarlos demasiado. Hay avances y hay que dejar a la fiscalía trabajar”.
Las pesquisas fueron declaradas secretas por el tribunal y la fiscalía a cargo, pero abundan las hipótesis en torno a lo que oficialmente se indaga como un posible secuestro.

Una dice que se trataría de un rapto de connotaciones políticas, ejecutado por agentes venezolanos – la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM)- que se infiltraron clandestina o ilegalmente en Chile, una teoría que Caracas niega hasta con ironía por parte del diputado Diosdado Cabello, el segundo del régimen chavista, según se le conoce.

Otra suposición apunta a que el crimen organizado estaría detrás de la desaparición e incluso se especula acerca de un auto secuestro para salir del país e infiltrarse en Venezuela u otra nación.

Al respecto, el ministro de Justicia, Luis Cordero, dijo en una entrevista radial este miércoles que “todas las hipótesis están abiertas”, pero especificando que “estamos en presencia de un secuestro, que es la razón que justifica la querella (denuncia penal) hecha por el Gobierno”.

“Otra cosa son las hipótesis o el móvil que está vinculado a ese secuestro”, enfatizó.

“La investigación está decretada reservada para todos los efectos, lo cual tiene una limitación desde el punto de vista de qué tipo de información se puede divulgar”, agregando que “el secuestro es un hecho público y notorio” y que este “tiene una connotación muy particular”.

La PDI, dijo, indaga el caso las 24 horas del día y “la investigación es privativa y excluyente del Ministerio Público”.

De lo poco que se sabe, un diario publicó que fue hallado en una autopista urbana capitalina el vehículo empleado para el plagio, un Nissan Versa 1.6 del año 2020, sin que se recogieran huellas digitales.
Ojeda Moreno, un ex teniente primero que en abril de 2017, recibió cargos hecho por el Primer Tribunal de Control de Caracas, ordenando su arresto junto a otros militares por “rebelión, instigación a la rebelión, motín y traición a la patria”, según detalló el medio Notizulia. Siete meses, él y otros presos se fugaron de la cárcel militar de Ramo Verde.

Hay registro de su presencia en Chile desde 2021, donde residía como refugiado político junto a su pareja, su hijo y una hermana.

De acuerdo a información divulgada acá, el 24 de enero pasado el Ministerio de Defensa de Venezuela agregó su nombre a un nómina de 33 personas acusadas de “conspiraciones mediante la planificación de acciones criminales y terroristas para atentar contra el sistema de gobierno legítimamente constituido, las autoridades e instituciones del Estado y el pueblo venezolano, contemplando incluso, el asesinato del primer mandatario nacional”, “todo lo cual representa Actos de Traición a la Patria”.

 

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