Bogotá. Con el argumento de que el gobierno colombiano realiza negociaciones paralelas con estructuras suyas en el sureño departamento de Nariño, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) anunció hoy que levanta su delegación de la mesa de diálogos y advirtió que las conversaciones entrarán en una fase de congelamiento.

Tras 15 meses de pláticas con una delegación nombrada por el presidente Gustavo Petro, los insurgentes se quejaron de que “habiendo pactado un proceso nacional de participación de la sociedad, el gobierno monta un diálogo regional en Nariño por fuera de dicho proceso nacional y desconociendo la delegación del ELN y la mesa donde participa la comunidad internacional oficiando como garante, así como la ONU y la Conferencia Episcopal Colombiana”.

En un comunicado de cinco párrafos firmado por su Comando Central, la organización guerrillera también acusó al gobierno, al comisionado de paz, el ex guerrillero del M-19 Otty Patiño, a las fuerzas armadas y a la policía de cometer “acciones violatorias a lo pactado en la mesa de conversaciones con la delegación oficial del ELN”.

Fuentes cercanas al proceso dijeron a La Jornada que el “ELN malinterpreta el hecho de que el gobierno haga esfuerzos para aclimatar acuerdos territoriales con el fin de disminuir los índices de violencia y llevar desarrollo a las regiones más afectadas por el conflicto armado”.

Sin embargo, el ELN aseguró que ya había advertido en el reciente ciclo de diálogos realizado en La Habana sobre esta situación y reveló haberle dicho a la delegación del gobierno que “de seguir su curso haría entrar en crisis el proceso al violar los acuerdos pactados”. Según el Comando Central de los rebeldes “era algo que se veía venir”.

En declaraciones a La Jornada, Danilo Rueda, quien fungió como comisionado de paz hasta noviembre de 2023, restó trascendencia al pronunciamiento de los elenos (como se conoce popularmente a esta guerrilla) y aseguro que “la situación de congelamiento es posible reconducirla para fortalecer la mesa de diálogos”.

Desde noviembre de 2022, cuando se iniciaron las conversaciones formales en Caracas, el gobierno y el ELN han tenido seis ciclos de trabajo, dos de ellos en México, que es país garante, dos en La Habana y uno más en la capital venezolana, logrando avances importantes como la participación de amplios sectores sociales en el proceso y -sobre todo- un pacto de alto al fuego que ya completa casi siete meses.

No obstante, también ha habido momentos críticos, como el registrado tras el secuestro, en septiembre de 2023, de Manuel Díaz, padre del idolo del futbol local Luis Diaz, que desató un fuerte rechazo de la sociedad colombiana y puso sobre la mesa el espinoso tema del uso de los plagios como método para obtener finanzas.

Los diálogos con el ELN hacen parte de la estrategia gubernamental denominada Paz Total, que incluye acercamientos con la compleja amalgama de grupos armados irregulares que operan en campos y ciudades de Colombia. Además de la mesa con los elenos, hay conversaciones formales con dos disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que se negaron a acogerse a los acuerdos de paz de 2016: el denominado Estado Mayor Central (EMC) y la Segunda Marquetalia, liderada por Iván Márquez.

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