El último golpe al destruido sector sanitario de Gaza se produjo mientras Israel se preparaba para asaltar la ciudad más meridional, Rafá, donde viven actualmente más de un millón de palestinos, en su mayoría desplazados, medida que la comunidad internacional, incluido Estados Unidos, que apoya a Israel, ha advertido que provocaría un enorme sufrimiento humano.

La ofensiva aérea y terrestre de Israel ha devastado gran parte de Gaza y ha obligado a casi todos sus habitantes a abandonar sus hogares. Las autoridades sanitarias palestinas afirman que han muerto 28 mil 985 personas, en su mayoría civiles. El ministerio gazatí de Salud informó que 127 personas perecieron de sábado a domingo en Gaza.

El hospital Nasser, ubicado en la ciudad meridional de Jan Yunis dejó de funcionar a primera hora de ayer, declaró a Reuters el portavoz del ministerio de Salud de Gaza, Ashraf Qidra.

Aún albergaba a unos 200 pacientes aquejados de heridas de guerra y del empeoramiento de la crisis sanitaria de Gaza, pero no había electricidad ni personal suficiente para tratarlos a todos, de acuerdo con funcionarios del ramo.

“Ha quedado completamente fuera de servicio. Sólo hay cuatro equipos médicos –25 empleados– atendiendo actualmente a los pacientes dentro de las instalaciones”, declaró.

Qidra aseveró que el suministro de agua al hospital se interrumpió porque los generadores llevaban tres días fuera de servicio, las aguas residuales inundaban las salas de urgencias y el personal restante no tenía forma de tratar a los pacientes de cuidados intensivos.

La falta de suministro de oxígeno –también consecuencia de la falta de electricidad– había causado la muerte de al menos siete pacientes.

La guerra comenzó cuando Hamas, que gobierna en Gaza, envió combatientes a Israel el 7 de octubre con saldo de mil 200 muertos, en su mayoría civiles, y 253 secuestrados, según los recuentos israelíes.

La mayoría de los hospitales de Gaza han quedado fuera de servicio por los combates y la falta de combustible, dejando a una población de 2.3 millones de personas sin atención sanitaria adecuada.

Israel ha asaltado instalaciones médicas con el argumento de que Hamas guarda armas y rehenes en los hospitales. El grupo islamita opera en la densamente poblada Gaza, pero niega que utilice los hospitales de cobertura.

La comunidad internacional afirma que los hospitales, protegidos por el derecho internacional, deben ser protegidos.

La Organización Mundial de la Salud instó a Israel a permitir el acceso de su personal al hospital, donde afirmó que el asedio de una semana y las redadas de las fuerzas israelíes en busca de combatientes de Hamas le impidieron ayudar a los pacientes.

“Tanto ayer como anteayer, al equipo de la @OMS no se le permitió entrar en el hospital para evaluar las condiciones de los pacientes y las necesidades médicas críticas, a pesar de llegar al recinto hospitalario para entregar combustible”, denunció el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en la red social X.

El ejército israelí reportó que sus fuerzas especiales actuaban en el hospital Nasser y sus alrededores, que mataron a decenas de militantes palestinos y confiscaron gran cantidad de armas en los combates librados en Gaza hace un día.

El ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, manifestó que por lo menos 200 milicianos se rindieron en el hospital. El ejército sostiene que busca los restos de rehenes dentro del recinto hospitalario y que no ataca a médicos ni pacientes.

Ruth Munder, rehén israelí que fue dejada en libertad por Hamas el año pasado, declaró a la Radio del Ejército que ella estuvo cautiva, junto con otros, en el segundo piso de hospital Nasser.

Se llevan detenidos a médicos y pacientes

El ministerio de Salud de Gaza detalló que entre los detenidos había 70 trabajadores médicos, así como pacientes en camas de hospital a los que se llevaron en camiones.

El conflicto también aviva la violencia en Cisjordania reocupada, donde las fuerzas israelíes mataron a dos palestinos de 19 y 36 años, de acuerdo con el Ministerio de Salud de la Autoridad Nacional Palestina (ANP). Al menos 398 palestinos han muerto en Cisjordania a manos de las tropas israelíes o de colonos desde que empezó esta guerra, añadió.

El gabinete israelí manifestó que rechaza de forma categórica los dictados internacionales sobre un acuerdo permanente con los palestinos y se opone a cualquier reconocimiento unilateral de un Estado palestino, lo que, según dijo, otorgaría un gran premio al terrorismo, como lo aseveró Netanyahu, quien ha prometido continuar la ofensiva hasta la victoria total sobre Hamas.

En el terreno diplomático, las esperanzas de alcanzar un alto el fuego también se redujeron después de que Estados Unidos amenazó con bloquear una nueva resolución del Consejo de Seguridad de la ONU la próxima semana.

El proyecto, presentado por Argelia, busca un alto el fuego inmediato. Washington, principal aliado de Tel Aviv, defiende en cambio un acuerdo para liberar a los rehenes que detenga los combates durante seis semanas.

Estados Unidos ha utilizado su poder de veto contra iniciativas previas con amplio apoyo internacional, y el presidente Joe Biden ha evitado pasar por el Congreso para enviar armas a Israel, al tiempo que presiona para que se tomen más medidas para evitar el daño a los civiles y facilitar la entrega de ayuda humanitaria.

Egipto, fronterizo con Gaza, teme que una ofensiva contra Rafá desencadene un éxodo de palestinos a su territorio.

Un desplazamiento forzado de la población constituiría una violación del derecho internacional humanitario y aumentaría los riesgos de escalada regional, afirmaron los presidentes egipcio, Abdel Fattah Sisi, y francés, Emmanuel Macron, en una llamada telefónica.

En la última jornada de la Conferencia de Seguridad de Múnich, el primer ministro de la ANP, Mohammad Shtayyeh, pidió a las autoridades israelíes que permitan a la población hacinada en el sur de la franja de Gaza regresar a sus hogares más al norte, advirtió a Netanyahu que no intente obligar a los palestinos de Gaza a cruzar la frontera con Egipto.

Trasladan a líder de Al Fatá de prisión

En este contexto, el líder de Al Fatá, Marwan Barghouti, preso desde 2002, fue trasladado a la prisión de máxima seguridad de Ayalón, situada en la ciudad israelí de Ramla, dieron a conocer las autoridades palestinas.

Barghouti fue detenido por fuerzas israelíes en 2002 y sentenciado a cinco cadenas perpetuas por cargos de múltiples asesinatos. Se trata de uno de los presos palestinos más famosos, así como una prominente figura política y un potencial sucesor del presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas.

El conflicto ha desestabilizado todo Medio Oriente, ya que los aliados militares de Hamas –grupos respaldados por Irán– han atacado intereses israelíes y estadunidenses con misiles y aviones no tripulados. El ejército israelí comunicó el domingo que bombardeó infraestructuras terroristas del movimiento islamita Hezbolá, respaldado por Irán, en el sur de Líbano.

Al cierre de esta edición, Netanyahu desestimó los crecientes llamados para poner fin a la ofensiva militar en Gaza y se comprometió a terminar el trabajo, mientras el general retirado Benny Gantz, uno de los tres integrantes del gabinete de guerra, amenazó con invadir Rafá si no se libera a los rehenes restantes antes del próximo Ramadán, el mes sagrado de los musulmanes que comienza el 10 de marzo.

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