La Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud (Ssa) informó que en lo que va del año se han confirmado 4 mil 593 casos de dengue, de los cuales 2 mil 382 son casos clasificados con signos de alarma y dengue grave, es decir, 48 por ciento de todos los contagios confirmados.

En el informe semanal de la Situación Epidemiológica de Dengue en México señala que en la semana 6, con corte al 14 de febrero, se registraron 849 casos, de los cuales 436 presentaron signos de alarma o dengue grave. Los estados con mayor incidencia de casos son Guerrero, Tabasco, Colima, Campeche, Quintana Roo y Veracruz. Concentran 74 por ciento de los contagios.

Agrega que Guerrero, Tabasco, Quintana Roo, Veracruz y Morelos sufren el mayor número de casos estimados con el 76 por ciento. A la fecha, la Ssa no ha reportado ningún deceso por este mal, aunque analiza 56 defunciones.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) apunta que en la región de las Américas, 500 millones de personas están en riesgo de contraer dengue, ya que se trata de una enfermedad infecciosa que se transmite por la picadura de un mosquito infectado.

Señala que los cuatro serotipos de dengue (DENV-1, DENV-2, DENV-3 y DENV-4) circulan en ese territorio y en algunos casos simultáneamente, por lo que la infección por un serotipo seguida por otra infección con un serotipo diferente “aumenta el riesgo de una persona de padecer dengue grave y hasta morir.

En las Américas, el Aedes aegypti es el mosquito vector para el dengue y está ampliamente distribuido, sólo Canadá y Chile continental están libres de dengue y del vector. Uruguay no tiene casos de dengue, pero tiene el insecto transmisor.

Debido a que no existe un medicamento específico contra el dengue, las acciones de prevención y detección oportuna de casos deben ser una prioridad para los sistemas de salud en la región, pues se trata de una enfermedad febril que afecta a lactantes, niños y adultos.

El organismo multinacional alerta que la infección puede ser asintomática o cursar con síntomas que van desde una fiebre moderada a una alta incapacitante, con dolor de cabeza intenso, dolor detrás de los ojos, dolor muscular y en las articulaciones, y sarpullidos.

Además, puede evolucionar a un dengue grave, caracterizado por dificultad para respirar, sangrado grave y/o complicaciones de los órganos. Se trata de un padecimiento con un patrón acorde con las estaciones. La mayoría de los casos en el hemisferio sur ocurren en la primera parte del año, mientras que en el hemisferio norte ocurren en la segunda mitad.

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