Washington. El gobierno del presidente Joe Biden está determinado a mantener un diálogo con Cuba siempre que éste promueva “los intereses estadounidenses”, informó el Departamento de Estado tras una reunión bilateral sobre seguridad realizada este miércoles en Washington.

Este diálogo “mejora la seguridad nacional de Estados Unidos a través de una mejor coordinación de las fuerzas del orden”, lo cual “permite proteger mejor a los ciudadanos estadounidenses y llevar ante la justicia a los criminales”, señaló en comunicado oficial.

Washington estima que estrechar los canales bilaterales de cooperación policial “también mejora la defensa de los derechos humanos por parte de Estados Unidos”, que impuso un embargo económico a la isla caribeña hace más de seis décadas.

“La defensa de los derechos humanos forma parte de todas las conversaciones con La Habana”, reiteró el Departamento de Estado.

Al menos 500 personas recibieron condenas de hasta 25 años de cárcel por participar en las históricas manifestaciones del 11 de julio de 2021 en reclamo de mejoras económicas y más libertades. Organizaciones de derechos humanos y la embajada de Estados Unidos en la isla comunista elevan esa cifra hasta mil.

Pese al escollo de los derechos humanos Washington está dispuesto a mantener el canal abierto.

Así, con la participación en el diálogo de seguridad, la administración Biden subraya su “compromiso de continuar conversaciones constructivas con el gobierno de Cuba cuando sea apropiado para promover los intereses de Estados Unidos”.

A principios de diciembre Cuba publicó la Lista Nacional de personas que “han sido sometidas a investigaciones penales y se encuentran buscadas por las autoridades cubanas, a partir de su implicación en la promoción, planificación, organización, financiamiento, apoyo o comisión de actos materializados en el territorio nacional o en otros países, en función de actos de terrorismo”.

Esta lista incluye a 61 personas y una veintena de organizaciones, en su mayoría residentes en Estados Unidos.

Figuran, por ejemplo, personas que Cuba vincula con atentados fallidos contra el fallecido líder de la revolución Fidel Castro (1926-2016) o que acusa de promover desórdenes públicos antes y durante las protestas de 2021.

Este diálogo sobre seguridad se inició en 2015 bajo el mandato del mandatario demócrata Barack Obama, de quien Biden fue vicepresidente, a raíz del restablecimiento de lazos diplomáticos bilaterales.

Entre 2015 y 2018 los dos antiguos enemigos durante la Guerra Fría celebraron cuatro diálogos de este tipo, que desembocaron en 2017 en la firma de un acuerdo de cooperación.

Pero el expresidente republicano Donald Trump (2017-2021) puso fin al acercamiento y volvió a incluir a Cuba en la lista negra de países que patrocinan el terrorismo, en la cual continúa bajo el mandato de Biden.

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