Acapulco, Gro. Después de llover durante 90 horas, desde el pasado lunes a las 9:40 de la noche aproximadamente, las precipitaciones provocadas por el huracán John amainaron en Acapulco el viernes alrededor de las 3 de la tarde, dejando atrás cientos de personas evacuadas, decenas de colonias y vialidades inundadas o colapsadas, poblaciones incomunicadas, daños en avenidas, deslave de cerros, caída de postes y árboles, comercios cerrados o saqueados, filas para entrar a supermercados, desabasto de alimentos y al menos tres personas muertas, entre ellas dos menores de edad.

 

Desde la madrugada del jueves, autoridades de los tres niveles de gobierno y las fuerzas armadas trabajan en evacuar a cientos de familias atrapadas en conjuntos habitacionales de la zona Diamante, en el corredor que une el conjunto Luis Donaldo Colosio y Llano Largo.

 

La presidenta municipal de Acapulco, Abelina López Rodríguez, mencionó que lo más urgente es evacuar a las personas atrapadas en diferentes puntos de la zona Diamante, al estimar en este sector habitan entre 3 y 5 mil personas, por lo que pidió a la población su apoyo con lanchas para realizar el rescate.

 

Advirtió que en fraccionamientos como La Marquesa, Las Gaviotas, Rinconada del Mar y la Colosio, el agua llegó a los dos metros de altura, pues en esta zona de viviendas convergen el río de la Sabana y la laguna de Tres Palos y sus afluentes; y subrayó que los 79 cauces pluviales de Acapulco están desbordados.

 

La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) informó que hasta la mañana del viernes habían sido evacuadas casi 2 mil personas en Acapulco y se cuenta con 33 albergues temporales habilitados.

 

La Sedena indicó que más de 6 mil elementos de la Guardia Nacional y más de 3 mil elementos del Ejército Mexicano participan en la aplicación de los planes GN-A y DN3-E en su fase de auxilio a la población, a través de las comandancias de la Novena Región Militar y 27 Zona Militar.

 

Son utilizados para diferentes tareas 201 vehículos de la Guardia Nacional y 103 automotores del Ejército Mexicano, además de cinco aeronaves de la Fuerza Aérea Mexicana, para el rescate y evacuación de personas hacia los albergues, brindar seguridad y alimentación; así como retiro de árboles caídos, lodo y escombros de las vías de comunicación.

 

También remolcaron vehículos arrastrados por la corriente y efectuaron recorridos preventivos para evitar actos de rapiña.

 

En tanto, más de 300 personas fueron evacuadas de cinco edificios de 10 departamentos cada uno, en la quinta etapa de la unidad habitacional Infonavit Alta Progreso, debido al colapso de un muro de mampostería de piedra, de 60 metros de largo por 30 metros de ancho.

 

Brigadistas de la Coordinación General de Protección Civil y Bomberos de Acapulco evacuaron aproximadamente a 300 personas el viernes a mediodía, quienes fueron trasladadas al refugio temporal de la escuela secundaria técnica uno; mientras que 32 personas se trasladaron a casas de familiares.

 

En otro hecho, vecinos del Infonavit Centro Acapulco, en avenida Farallón, pidieron la intervención de autoridades y la Guardia Nacional, para evitar que pobladores que habitan de forma irregular desde hace 30 años una cañada que se encuentra entre la avenida Cuauhtémoc, el fraccionamiento Bora Bora y el Infonavit,  amparados por una líder, rompan el muro que brinda seguridad a habitantes de este conjunto habitacional, al acusar que en años pasados se presentaba el robo de ropa, tanques de gas y otras irregularidades, además de tratarse de un lugar privado.

 

Mientras que el vocero del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositores a la Presa La Parota (Cecop), Marco Antonio Suástegui Muñoz, señaló que el incremento de los niveles del río Papagayo desde el jueves por la mañana, ocasionaron la inundación de localidades como Las Parotas, Rancho Las Marías, Los Ilamos, Parotillas, La Concepción, Aguacaliente, El Rincón, Salsipuedes, El Cantón, Los Ilamos, Aguascalientes y Bellavista Papagayo, por la creciente del río Papagayo. Asimismo, se encuentran incomunicadas por caminos en mal estado, Barrio nuevo de los muertos, Apanhuac, Apalani, Huamuchitos y El Campanario, las cuales, “son comunidades de muy alta marginación que se encuentran del otro lado del río”.

 

Suástegui Muñoz acusó que abrir la presa Ambrosio Figueroa de La Venta en horas recientes, ocasionó el desborde de una cantidad descomunal de agua, con afectaciones para la vida de comunidades que se dedican a producir en el campo, consideradas las más pobres del municipio.

 

Insistió que las lluvias registradas desde el lunes ocasionaron daños en viviendas, caminos y la pérdida de sembradíos de maíz, calabaza, frijol, limón y palmera de coco, que se han terminado por perder, después de ser afectadas primeramente por la sequía y un breve e irregular periodo de lluvias.

 

Manifestó que “el río llegó a las comunidades y entró a las casas, derribó dos viviendas en El Carrizo, en Cacahuatepec se metió a las escuelas, a las casas, a las comisarías, se dañaron todos los cultivos, la gente tuvo que nadar prácticamente entre la milpa para intentar rescatar algunas vacas o chivos”, por lo que pidió desmantelar la presa de La Venta.

 

Por su parte, el presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicio y Turismo (Canaco-Servytur) de Acapulco, Alejandro Martínez Sidney, expresó que la situación en la ciudad está fuera de control.
Sostuvo que la ciudad está colapsada y las autoridades locales han sido rebasadas.

 

Martínez Sidney expresó que “los comerciantes hemos logrado controlar la rapiña y el desabasto, pero se nos está saliendo de control y requerimos el apoyo en el reforzamiento en materia de seguridad”.

 

El presidente de la Canaco Acapulco subrayó que “tenemos zonas frágiles donde hay vivienda, hay pobladores atrapados en sus azoteas, la autoridad ha tratado con sus herramientas e ir en su rescate, sin embargo la situación está fuera de control, es necesario redoblar la presencia del gobierno federal”.

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