El actor Ignacio López Tarso (1925-2023) habría cumplido ayer 100 años, fecha que será conmemorada a lo largo de 2025 con un amplio ciclo de homenajes. Tres museos abrirán sus puertas en su honor, acompañados de actividades artísticas concebidas para destacar la vida y obra del ícono de las técnicas escénicas y cinematográficas en México.
La celebración comenzará en Moroleón, Guanajuato, donde el primer museo será inaugurado el 24 de enero a las 18:30 horas. Posteriormente, en fecha por definir, las actividades se trasladarán a Temascalcingo e Ixtlahuaca, en el estado de México, donde se crearán espacios dedicados a la vasta trayectoria artística y personal del histrión, inmortalizado en películas legendarias como Macario y El hombre de papel.
En entrevista con La Jornada, Juan Ignacio Aranda, hijo del actor, compartió detalles sobre el proceso de donación que dio vida a estos espacios culturales. Junto con sus hermanas Susana y Gabriela, cedieron un acervo que incluye vestuario, accesorios, trofeos, diplomas, fotografías y material audiovisual.
Ignacio López Tarso era un hombre meticuloso que preservó con esmero recuerdos de su carrera, desde sus primeras incursiones en el teatro hasta los proyectos más recientes
, señaló Aranda.
La ciudad de Moroleón, donde el actor vivió parte de su infancia, será la primera en habilitar un espacio dedicado a su memoria. La Casa de la Cultura Ignacio López Tarso, que él inauguró hace algunos años, transformará una de sus salas en un museo que combina elementos biográficos con una narrativa visual sobre su carrera.
Entre los artículos que se exhibirán, destacan fotografías inéditas y objetos personales cuidadosamente seleccionados por la familia. Para celebrar esta apertura, se llevará a cabo un homenaje escénico póstumo en el teatro que lleva su nombre.
Juan Ignacio Aranda y su primo, José Pablo López, interpretarán escenas simbólicas de obras como Moctezuma II, de Sergio Magaña; Don Juan Tenorio, de José Zorrilla; Edipo Rey, de Sófocles, y El gesticulador, de Rodolfo Usigli. Cada escena estará acompañada por proyecciones fotográficas que evocarán los momentos más significativos de estas producciones.
La historia de mi padre y Temascalcingo está profundamente entrelazada. En esta localidad mexiquense pisó por primera vez un escenario a los 11 años como parte de una representación teatral en el seminario menor al que asistía. Este vínculo será inmortalizado precisamente con un museo en la casa de la cultura local, espacio que también ha sido preparado con textos, fotografías y objetos que relatan la vida y obra del actor
, añadió Aranda.
El teatro de Temascalcingo, otro de los escenarios que llegó a ocupar en vida, también será sede de homenajes a lo largo del año. Será un espacio para recordar su legado como un pionero de las artes escénicas en México, con énfasis en su habilidad para transitar entre géneros y estilos, lo que deja una huella indeleble en cada personaje que interpretó.
En la Universidad de Ixtlahuaca, donde Ignacio López Tarso recibió en 2022 uno de sus últimos doctorados honoris causa, se ubicará el tercer museo dedicado a su centenario natal. Aunque el teatro prometido por la institución aún está en construcción, el museo ya está listo y será inaugurado en los próximos meses.
El rector Margarito Ortega, quien hizo este compromiso en vida del actor, aseguró que este espacio busca ser un homenaje permanente a su legado. Las salas albergarán piezas que conectan con los momentos más icónicos de su carrera, incluyendo su participación en producciones teatrales y cinematográficas que marcaron generaciones.
Juan Ignacio Aranda compartió que la casa de su padre (en Tlalpan) permanece como un pequeño santuario que la familia mantiene con amor. Sus medallas, como el Ariel de oro, entre otros objetos personales, permanecen en este espacio íntimo. “Otras 900 piezas fueron cuidadosamente repartidas entre los museos que ahora llevan su nombre.
Aunque fue una decisión difícil, donar estos objetos fue un acto de gratitud hacia los lugares y las comunidades que fueron fundamentales en la vida de mi padre, quien siempre tuvo la intención de seguir trabajando hasta los 100 años, con proyectos teatrales y cinematográficos que, lamentablemente, quedaron inconclusos debido a su fallecimiento.
Evocó con cariño su infancia al lado de su padre, quien, a pesar de su agenda llena de compromisos laborales, siempre fue una figura central en su vida.
“Tuve una infancia muy feliz. Mi madre fue quien nos apoyó en lo cotidiano, mientras mi papá pasaba largas temporadas ausente. A pesar de la distancia física, siempre admiré la dedicación y el esfuerzo que invertía en su carrera, sobre todo en su labor teatral y cinematográfica.
“De niño, también lo veía inmerso en la preparación de obras complejas como El alcalde de Zalamea, de Calderón de la Barca. Su disciplina en el trabajo me dejó un legado imborrable, que ha sido guía a lo largo de mi vida. Estoy convencido de que las nuevas generaciones reconocerán el valor de su figura, como lo hicieron quienes tuvieron el privilegio de conocerlo. Era tan querido por todos que sin duda merece un homenaje excepcional.”
Ignacio López Tarso falleció el 11 de marzo de 2023 a los 98 años, luego de permanecer hospitalizado debido a una oclusión intestinal y una grave neumonía.